En México y en el mundo, millones de personas enfrentan el mismo dilema: cómo construir riqueza cuando no vienes de una familia con dinero. La movilidad social es posible, pero la evidencia de organismos como la OCDE y el Banco Mundial confirma que no ocurre sola.
Requiere decisiones financieras inteligentes, acceso a educación de calidad y un uso responsable de los instrumentos financieros disponibles.
El origen socioeconómico condiciona ingresos y oportunidades, pero no determina el destino. Existen estrategias respaldadas por datos y programas oficiales que permiten romper el ciclo de la precariedad. Las he investigado y probado desde hace años, y aquí te las comparto.
El motor más poderoso de la movilidad es la educación y las habilidades laborales. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) subraya que quienes invierten en su formación tienen mayores probabilidades de aumentar ingresos a lo largo de su vida.
No se trata solo de títulos universitarios: certificaciones técnicas, cursos digitales y programas cortos también elevan el valor en el mercado laboral.
Ejemplo: un curso de programación o análisis de datos de seis meses puede abrir puertas a empleos mejor remunerados, incluso sin experiencia previa en tecnología.
Abrir una cuenta bancaria o una billetera digital regulada es importante para salir de la informalidad. De acuerdo con el Global Findex del Banco Mundial, el acceso a productos financieros aumenta la capacidad de ahorrar e invertir.
En México, el Banco de México y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ofrecen programas de educación financiera gratuitos y comparadores para elegir cuentas, tarjetas y créditos de manera informada.
Antes de hablar de inversiones grandes, lo esencial es un colchón de seguridad. Banxico recomienda contar al menos con el equivalente a tres meses de gastos básicos en una cuenta líquida.
Este fondo evita caer en deudas caras cuando surgen emergencias y permite planear inversiones de largo plazo con mayor tranquilidad.
El error más común es creer que necesitas mucho dinero para invertir. La realidad es que el interés compuesto trabaja a tu favor desde montos pequeños.
Opciones accesibles en México:
Cetesdirecto, regulado por Hacienda, permite invertir desde 100 pesos. Aquí te explico al respecto: Cuánto ganas si inviertes 3 mil pesos en CETES y los dejas durante un año, pon a trabajar tu dinero
Aportaciones voluntarias a tu Afore, que mejoran la pensión futura, según la CONSAR. Aquí te escribí al respecto sobre las ganancias: Qué Afore da mejores rendimientos en 2025: La tabla completa para saber si debes cambiarte de Profuturo, SURA, Banamex o Coppel
La tarea está en la constancia y en empezar lo antes posible, no en la cantidad inicial.
El crédito puede ser una palanca de movilidad si se usa para educación, negocio o vivienda. Pero también puede ser un obstáculo si se destina al consumo inmediato.
La Condusef recomienda comparar tasas de interés y calcular el Costo Anual Total (CAT) antes de contratar cualquier producto. Evitar deudas con intereses altos es fundamental para acumular riqueza en lugar de perderla.
No depender de un solo salario es otra estrategia probada. Desde pequeños emprendimientos digitales hasta servicios profesionales independientes, diversificar ingresos acelera la acumulación de patrimonio.
El Banco Mundial y la Secretaría de Economía en nuestro país respaldan programas de microcrédito y capacitación para impulsar proyectos productivos en la economía formal.
El gobierno mexicano dispone de herramientas que pocas personas utilizan:
Son recursos confiables, diseñados para reducir desigualdad y fomentar inclusión financiera.
La informalidad, el bajo acceso a servicios financieros y la automatización del empleo son barreras reales. Sin embargo, la evidencia muestra que quienes invierten en habilidades digitales, educación continua y productos de ahorro regulados tienen más probabilidades de movilidad social.
Construir riqueza sin venir de dinero es posible, pero requiere disciplina, información y acción temprana. La receta comprobada incluye:
En México puedes comenzar desde 100 pesos en CETES o con aportaciones voluntarias en tu Afore.
Primero paga las deudas más caras (tarjetas y préstamos con alto interés) y destina un porcentaje fijo a tu fondo de emergencia.
Ambos son necesarios: el ahorro de emergencia protege en el corto plazo; la inversión asegura crecimiento en el largo plazo.
Verifica que esté regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Banxico, CONSAR o Condusef. Nunca inviertas en plataformas sin registro oficial.
Con estas estrategias, respaldadas por datos de la OCDE, el Banco Mundial, Banxico, CONSAR y Condusef, el camino hacia la independencia financiera se vuelve alcanzable incluso para quienes parten desde cero. Acerca del autor: Javier Ramírez es periodista financiero especializado en economía digital, inteligencia artificial, fintech, negocios e inversiones; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.