Gracias al método Kakebo, millones de personas en todo el mundo han podido mejorar sus finanzas personales, ya que este sistema de ahorro japonés nos permite tener una mejor gestión de nuestro dinero, con el fin de alcanzar una buena salud financiera.
Lo atractivo de esta estrategia es que se puede adaptar al presupuesto de cada uno de nosotros, o al menos así lo creyó la periodista Hani Motoko, mujer japonesa que diseñó el método Kakebo en 1904, con el fin de que las amas de casa pudieran llevar un mejor control de las cuentas del hogar.
Y aunque muchas personas pudieran creer que ganando poco no tienen la posibilidad de ahorrar, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) explicó que el hábito de ahorrar no está ligado a los ingresos, sino a la gestión de los recursos.

Es por ello que, si laboras en la Ciudad de México y percibes el salario mínimo, en esta ocasión te enseñaré a utilizar el método Kakebo, para que puedas tener un mejor control de tus gastos y así tener la posibilidad de generar un ahorro que te pueda ayudar a enfrentar algún imprevisto.
Método Kakebo: Así puedes ahorrar ganando salario mínimo en CDMX y mejorar tus finanzas personales
De acuerdo con el gobierno federal, para este 2025 los trabajadores de la capital del país que perciben el salario mínimo ($278.80 pesos diarios), al mes deben recibir un salario de $8,480.17 pesos.
Contemplando que la Condusef recomienda que el ahorro debe ser de por lo menos el 10% de nuestros ingresos, quiere decir que si percibes el salario mínimo vigente en la CDMX, cada mes tendrías que ahorrar un monto de aproximadamente $848 pesos.
Por lo tanto, el capital que tendrías disponible para solventar tus gastos sería de $7,632.15 pesos aproximadamente.
De acuerdo con Hani Motoko, para comenzar a implementar el método Kakebo en tu vida y así mejorar tus finanzas, el primer paso es anotar en una libreta u hoja de Excel tus ingresos fijos y cada uno de tus gastos.
Posteriormente, en dicho documento, dividirás cada uno de tus gastos mensuales, separándolos en las siguientes categorías:
- Indispensables: hipoteca o renta, alimentación, transporte, agua, luz, gas e internet.
- Ocio y vicio: Salidas a comer, ropa y cuentas de streaming.
- Cultura: libros, conciertos, museos o teatros.
- Extra: Regalos de cumpleaños o reparaciones del hogar.

Una vez que hayas ingresado los montos a cada una de las categorías, compáralos con tus ingresos mensuales, con el objetivo de hacer un análisis y así sepas en qué estás gastando tu dinero.
Una vez que sepas en cuál de las categorías estás teniendo una fuga de capital, establece un presupuesto mensual para cada una de las categorías ya mencionadas y procura ajustarte a este. Toma en cuenta que este proceso lo realizarás mes con mes, con el fin de realizar ciertos ajustes que te permitan cumplir con tus metas de ahorro.
Si percibes un salario mensual de $8,480.17 pesos y decides aplicar el método Kakebo, tendrás que repartir dicho capital en las categorías que señale el método Kakebo, agregando un mayor porcentaje de dinero al apartado de gastos indispensables; algunas entidades bancarias como BBVA, Santander, entre otras, recomiendan ingresar en esta sección alrededor del 50% de nuestro capital.
La forma en que podrías distribuir tus ingresos mensuales para tener una estabilidad financiera podría ser de la siguiente manera:
- Indispensables: 65%, aproximadamente $5,512.11 pesos.
- Ocio y vicio: 5%, alrededor de $424.00 pesos.
- Cultura y libros: 15% aproximadamente, $1,272.02 pesos.
- Extra: 5%, alrededor de $424.00 pesos.
Por otro lado, contemplando el apartado de ahorro que recomienda la Condusef, el cual debe ser de por lo menos el 10%. Quiere decir que tendrías que ahorrar cada mes la cantidad de $848 pesos.
Contempla que este es solo un aproximado; los montos pueden variar dependiendo de cada persona. Sin embargo, al seguir esta guía efectiva, podrás gozar de una mejor salud financiera gracias a la estabilidad de tus ingresos con tus gastos. Acerca del autor: Daniel Fitta es periodista apasionado por las finanzas personales; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.
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