En México, el ahorro para el retiro es un tema importante, pero no siempre sencillo. Entre cambios de empleo, registros automáticos y movimientos administrativos, miles de trabajadores descubren que tienen más de una cuenta de Afore activa.
Este fenómeno, conocido como duplicación de cuentas, ocurre principalmente cuando se registran aportaciones bajo distintos Números de Seguridad Social (NSS) o cuando se da un cambio de patrón y el sistema abre una nueva cuenta sin cerrar la anterior.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), cada trabajador debe tener solo una cuenta individual en la que se concentren sus aportaciones de la Ley 73 o la Ley 97, además de sus recursos del SAR 92, vivienda y aportaciones voluntarias.
Sin embargo, si el sistema detecta más de un registro a tu nombre, el dinero queda disperso y, en el peor de los casos, corre el riesgo de perderse en el limbo administrativo si no lo unificas a tiempo.
Tener dos o más cuentas abiertas puede parecer un “beneficio extra”, pero en realidad es un dolor de cabeza financiero. El ahorro se fragmenta y no genera el mismo rendimiento que si estuviera consolidado en un solo lugar.
Además, al llegar el momento de pensionarte, el trámite será más largo y complicado porque deberás comprobar que ambas cuentas son tuyas y solicitar la fusión tardíamente.
La CONSAR y Pensionissste advierten que, aunque no se pierde el dinero, sí se retrasa la disponibilidad de los recursos y el trabajador podría enfrentar trabas para acceder a créditos de vivienda o para disponer de su ahorro voluntario.
Si ya identificaste que tienes más de una cuenta, el procedimiento oficial es la Unificación de Cuentas Afore, y estos son los pasos básicos:
En el caso de trabajadores que cotizaron antes de 1997 y que tienen recursos en el SAR 92, la unificación también aplica para separar o integrar esos fondos en su Afore vigente, garantizando que todo el historial de aportaciones quede centralizado.
Puedes verificarlo en el portal de la CONSAR con tu CURP y NSS, o bien en la app AforeMóvil. Si aparece tu nombre en más de una institución, tienes una duplicidad.
Necesitas tu identificación oficial, CURP, comprobante de domicilio y un documento que valide tu NSS. Con eso basta para iniciar el trámite en tu Afore principal.
No pierdes dinero, pero sí se dispersa y deja de generar el rendimiento óptimo. Además, al momento de pensionarte, la dispersión puede retrasar la entrega de tus recursos.
El proceso puede tardar varias semanas, pero una vez concluido tendrás todos tus recursos concentrados en una sola cuenta y recibirás un estado actualizado.
Recuerda que es tu derecho que todos tus recursos se integren en una sola cuenta de Afore. La CONSAR y las instituciones están obligadas a ayudarte a consolidarlos para que no se pierda ningún historial de aportaciones, ahora sí que ni un solo pesito. Acerca de la autora: Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad; escribe sobre finanzas personales en DeDinero.