Escuchar la frase “te vamos a checar el Buró de Crédito” puede generar miedo, pero la realidad es que este registro no está diseñado para castigarte, sino para reflejar tu historial de pagos y compromisos de dinero y así mejorar las condiciones de los financiamientos que necesites.
Cada vez que solicitas un crédito, un préstamo o algún servicio que implique pagos mensuales, las instituciones revisan tu comportamiento financiero para evaluar tu nivel de riesgo.
Teniendo en cuenta lo anterior, debe quedar claro que estar en el Buró de Crédito no significa que estés vetado del sistema financiero.
Todos los que alguna vez han pedido una tarjeta de crédito, un plan de telefonía, un crédito hipotecario o un préstamo personal aparecen ahí.
Lo que cambia es la forma en que te ven los bancos y empresas según tu historial: si pagas puntual, sumas puntos a tu score y accedes a mejores condiciones. Si te atrasas, el sistema lo registra y eso puede jugar en tu contra.
El Buró es como una carta de presentación financiera, por eso lo consultan en diferentes trámites:
Los bancos quieren saber si eres puntual con tus pagos antes de prestarte dinero. Si tu historial es bueno, incluso pueden ofrecerte tasas de interés más bajas.
Cada solicitud pasa primero por Buró. Tu score define si te aprueban y qué tipo de tarjeta te ofrecen.
Son compromisos a largo plazo y de montos altos. Las instituciones revisan tu capacidad de pago y cómo manejas tus deudas antes de autorizarte.
Aunque parezca mínimo, las empresas también verifican tu historial porque confían en que pagarás puntualmente las mensualidades.
En algunos casos, hasta aseguradoras o empresas de financiamiento de bienes revisan tu historial para asegurarse de que eres confiable.
Si cotizas ante el IMSS y quieres utilizar tu crédito para adquirir una vivienda, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores solicita la consulta a tu buró.
Nota: No es obligatorio, pero si no lo autorizas, pierdes el beneficio de que te presten una cantidad más alta.
Tu historial en el Buró de Crédito funciona como un espejo de tu comportamiento financiero. Si pagas puntualmente, tu score sube y los bancos confían más en ti. Eso se traduce en créditos con intereses más bajos, plazos más flexibles y mejores oportunidades.
En cambio, si tienes atrasos constantes, las instituciones interpretan que representas un mayor riesgo y, por lo tanto, si te autorizan un crédito, lo harán con intereses más altos para protegerse. En casos más graves, pueden incluso negarlo.
No, todos estamos en Buró desde que pedimos un crédito o un servicio a plazos. Lo importante es el historial que construyes con tus pagos.
Préstamos, tarjetas de crédito, hipotecas, planes de telefonía, créditos automotrices y algunos servicios financieros.
Pagando puntualmente, evitando sobreendeudarte y usando responsablemente los créditos que ya tienes.
No significa que jamás te darán crédito, pero sí tendrás más dificultades para acceder a financiamientos o pagarás intereses más altos.
¿El Buró de Crédito borra mis deudas automáticamente? Sí, pero depende del monto. Las deudas pequeñas pueden desaparecer en menos tiempo, mientras que las grandes tardan años en eliminarse de tu historial. Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad; escribe sobre finanzas personales en DeDinero.