Consumir responsablemente con el medio ambiente dejó de ser una tendencia y pasó a convertirse en una política pública global, respaldada por organismos como la ONU, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Agenda 2030 y, a nivel nacional, por instituciones como SEMARNAT y PROFECO.
Todas estas entidades coinciden en esto: la forma en que consumimos es uno de los factores que más influyen en el clima, los ecosistemas y la calidad de vida presente y futura.
Por eso, hoy me di la oportunidad de compartirte qué significa consumir responsablemente, cuáles son sus principios oficiales, por qué se ha vuelto un pilar de la acción climática y cómo se aplica en la vida real.

Consumir responsablemente significa elegir, usar y desechar productos y servicios minimizando la presión sobre los recursos naturales y los ecosistemas, según la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y el PNUMA. Es un comportamiento alineado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 (ODS 12): “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”.
La definición oficial plantea un cambio estructural: pasar del consumo impulsivo y derrochador a uno consciente, eficiente y sostenible, capaz de generar bienestar hoy sin comprometer las necesidades ambientales de las próximas generaciones.
En México, tanto la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) como la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) utilizan términos como consumo responsable, consumo sustentable y consumo sostenible para describir este mismo enfoque: usar bienes sin deteriorar el capital natural que sostendrá la vida futura.
En síntesis: consumir responsablemente es decidir con intención, información y conciencia de impacto.
Para los organismos internacionales, el principio central del consumo responsable es “hacer más y mejor con menos”. Esta fórmula resume su enfoque hacia un consumo que cumpla con las necesidades humanas sin agotar el planeta ni tu dinero.
Este principio implica lo siguiente:
Reducir la extracción de materias primas no renovables.
Ahorrar agua y energía en cada etapa del ciclo de vida de un producto.
Minimizar residuos, emisiones y contaminación desde la compra hasta la disposición final.
Fomentar la durabilidad y la reparabilidad, evitando productos desechables.
Ahorrar dinero al evitar el consumismo cada vez más extremo.
Repensar los hábitos de compra para evitar lo que no se necesita.
El PNUMA advierte que los patrones actuales de consumo son una causa raíz de la triple crisis planetaria: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación. Por ello, modificar nuestra manera de consumir es importante para disminuir la presión sobre el ambiente.
La SEMARNAT integra el consumo sustentable dentro de sus políticas ambientales, recordando que México necesita satisfacer sus necesidades sin comprometer las de las generaciones futuras, siguiendo la Agenda 2030.
Por su parte, PROFECO subraya que las personas consumidoras tienen un papel determinante en la transición ecológica. Para la institución, un consumidor responsable planea sus compras, evita el consumismo, reduce, reutiliza y recicla de manera realista, no solo teórica.
También, elige productos duraderos y de calidad comprobada; y toma decisiones informadas basadas en impacto, calidad y necesidad. El enfoque no es “consumir menos por obligación”, sino consumir mejor para vivir mejor.
Los criterios oficiales pueden sintetizarse en seis principios fundamentales. Cada uno es aplicable a la vida diaria y tiene impacto directo en la reducción de emisiones, residuos y presión sobre los ecosistemas.
El objetivo es obtener los mismos beneficios usando menos agua, energía y materias primas. Desde apagar luces que no se utilizan hasta optar por electrodomésticos eficientes, la meta es reducir la huella ecológica sin perder bienestar.
Un consumo responsable busca generar la menor cantidad posible de basura, evitando plásticos de un solo uso, aprovechando al máximo los productos y separando los desechos según la capacidad real de cada ciudad.
Elegir productos locales, de temporada, duraderos o reparables disminuye emisiones y presión sobre ecosistemas. Va más allá de reciclar: es evitar decisiones que alimenten modelos contaminantes.
El desarrollo sostenible implica ver el consumo con una perspectiva de largo plazo. Cada elección debería garantizar que las opciones ambientales del futuro no se reduzcan.
PROFECO recuerda que un consumidor responsable compara antes de comprar, busca información clara, exige calidad real y evita compras que terminan rápido en la basura.
Este enfoque prioriza reparar, reutilizar, intercambiar, alquilar o transformar antes que desechar. Es uno de los pilares del Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 y una estrategia para reducir impactos en cadena.
Las siguientes acciones están alineadas con las recomendaciones de ONU, PNUMA, Agenda 2030 y autoridades mexicanas:
Estas acciones contribuyen directamente a reducir emisiones, contaminación y residuos.
Las fuentes oficiales coinciden en que el consumo responsable no debe interpretarse de manera equivocada. No significa:
Renunciar al consumo: significa orientarlo para que genere menor impacto.
Comprar únicamente productos ecológicos caros: el enfoque está en el uso eficiente y consciente.
Reciclar todo: el orden correcto es reducir, reutilizar y después reciclar.
Cargar toda la responsabilidad en el consumidor: gobiernos y empresas también tienen obligaciones dentro del ODS 12.
Para la ONU y el PNUMA, cambiar la manera en que consumimos es una de las estrategias más efectivas para enfrentar la crisis ambiental actual. Los patrones de consumo intensivos en energía, agua y materiales siguen alimentando la degradación ambiental.
Consumir responsablemente permite:
Por ello, el consumo responsable se ha convertido en un pilar de políticas globales y nacionales.
Consumir responsablemente con el medio ambiente significa tomar decisiones informadas, eficientes y conscientes, reduciendo al mínimo el impacto ambiental de cada producto que compras, usas y desechas. Es una acción cotidiana con impacto global.
1. ¿Qué significa consumir responsablemente según la ONU?
Significa elegir, usar y desechar productos reduciendo al mínimo el impacto sobre los recursos naturales, el clima y la biodiversidad, alineado con el ODS 12.
2. ¿Qué entiende la SEMARNAT por consumo sustentable?
La SEMARNAT lo define como satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la capacidad ambiental de las generaciones futuras.
3. ¿Qué recomienda PROFECO para ser un consumidor responsable?
Comparar antes de comprar, evitar compras impulsivas, elegir productos duraderos y tomar decisiones basadas en calidad e impacto ambiental.
4. ¿Por qué el consumo responsable ayuda al medio ambiente?
Porque reduce emisiones, residuos, contaminación y presión sobre ecosistemas importantes, para que el planeta en el que vivimos sea sostenible.
En resumen, consumir responsablemente con el medio ambiente, según la ONU, PNUMA, SEMARNAT y PROFECO, significa elegir, usar y desechar productos minimizando el impacto ambiental, siguiendo el ODS 12. Implica eficiencia energética, reducción de residuos, decisiones informadas, apoyo a la economía circular y una visión de largo plazo para no comprometer los recursos de las generaciones futuras. Es La Estrategia para cuidar el planeta en el que vivimos: reducir emisiones, proteger la biodiversidad y disminuir la contaminación. Acerca del autor: Javier Ramírez es periodista financiero especializado en economía circular, IA, negocios e inversiones; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.