El auge por Bad Bunny en México sigue encendido y ahora también impacta el bolsillo. El artista puertorriqueño, uno de los más influyentes del reguetón y la música urbana a nivel mundial, agotó en minutos los boletos para sus primeras fechas en la CDMX, lo que llevó a anunciar nuevos conciertos en el Estadio GNP Seguros.
Con ello, suma un total de ocho presentaciones consecutivas en la capital mexicana, convirtiéndose en uno de los eventos más esperados y costosos del año.
La venta general se llevó a cabo este lunes 13 de mayo a través de Ticketmaster, y como era de esperarse, miles de fans se enfrentaron a la fila virtual, que en algunos casos superó las 200 mil personas conectadas al mismo tiempo.
Aunque algunos afortunados lograron comprar sus entradas, la realidad es que los precios de los boletos sorprendieron a muchos por su elevado costo, haciendo que asistir al concierto de Bad Bunny no sea una decisión menor, especialmente para quienes se enfrentan a un presupuesto limitado.
Además del precio, la alta demanda también generó confusión, frustración y hasta intentos de reventa con sobreprecios de hasta el doble, un fenómeno común en espectáculos de este nivel, que refuerza la percepción de que asistir a un concierto de talla internacional es cada vez más un lujo reservado para quienes pueden planear con tiempo o contar con recursos suficientes.
Esto ha abierto un debate en redes sociales sobre la accesibilidad de los eventos culturales y la creciente brecha entre el deseo de vivir experiencias musicales en vivo y la realidad económica de muchos jóvenes en el país.
Para quienes aún buscan asistir, las nuevas fechas representan una última oportunidad, aunque el panorama no parece mejor. Las preventas exclusivas para tarjetahabientes ya terminaron y la venta general se realizará también a través de Ticketmaster, pero no se ha confirmado si habrá algún sistema especial para evitar saturaciones como las ocurridas en la primera jornada de venta.
Además de los ingresos por boletaje, conciertos como el de Bad Bunny generan una derrama económica millonaria para la ciudad, beneficiando a hoteles, restaurantes, transporte y comercio local. Según estimaciones de expertos en espectáculos, un solo evento de este tipo puede dejar hasta 400 millones de pesos en la capital, considerando la asistencia de más de 60 mil personas por noche.