Saber cómo y cuándo cargar gasolina puede marcar una gran diferencia en los gastos cotidianos de los conductores. Aunque muchas personas lo hacen sin prestar atención, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha revelado una serie de recomendaciones clave que te pueden ayudar a ahorrar dinero, proteger tu motor y recibir la cantidad justa de combustible que pagas.
La Profeco ha detectado prácticas comunes en las estaciones de servicio que podrían afectar a los consumidores si no se toman ciertas precauciones. Desde el horario en que se carga gasolina hasta los hábitos al momento de solicitar el servicio, existen detalles que pueden hacer una diferencia en el gasto que destinas a cargar gasolina y la vida útil de tu vehículo.
Uno de los principales consejos de la Profeco es evitar cargar gasolina durante las horas más calurosas del día. Esto se debe a que el combustible es un líquido que se expande con el calor, lo cual significa que cuando se carga con temperaturas elevadas, puede aparentar mayor volumen pero ofrecer menor rendimiento, ya que contiene más vapor y menos líquido.
Por eso, se recomienda llenar el tanque preferentemente por la mañana temprano o por la noche, cuando la temperatura ambiente es más baja y el combustible es más denso y estable.
Otra recomendación esencial es pedir siempre el “litro de prueba”, un derecho que todo consumidor tiene al llegar a una gasolinera. Este procedimiento permite verificar que la bomba despachadora esté calibrada correctamente.
Si el despachador se niega o muestra resistencia, puedes reportarlo directamente a la Profeco, ya que podría tratarse de una bomba que entrega menos combustible del pagado.
Se aconseja pedir el llenado del tanque por cantidad exacta en litros, no por pesos. Esto facilita comprobar que el cobro corresponde a lo que efectivamente se cargó, especialmente si pagas en efectivo.
También es importante asegurarse de que la bomba marque ceros antes de iniciar el despacho. Aunque parece un detalle menor, ha habido casos en los que los despachadores comienzan desde una cantidad ya registrada, lo que implica que parte del cobro no se refleje en gasolina real para el cliente.
No permitas que el despachador “reafirme” o “acomode” la pistola después de que el sistema automático se detiene. Cuando el tanque ya está lleno, el surtidor se detiene por seguridad, y seguir bombeando solo genera espuma o vapor, lo que significa más aire y menos gasolina. Este error es común y afecta directamente el volumen útil del combustible.
En cuanto a los métodos de pago, se sugiere pedir siempre el ticket de compra, ya que este comprobante no solo permite verificar el importe y los litros cargados, sino que también sirve como prueba en caso de irregularidades.
Además, si observas diferencias entre el precio anunciado y el que aparece en el surtidor, tienes derecho a exigir la tarifa más baja o reportar el abuso ante la Profeco.
Otro hábito importante es no esperar a que el tanque esté completamente vacío para cargar, ya que esto puede provocar la entrada de aire al sistema de inyección o daños en la bomba de gasolina.
Lo ideal es volver a cargar gasolina cuando el indicador de combustible esté entre un cuarto y medio tanque, lo que permite mantener una presión óptima y alarga la vida del sistema de alimentación del auto.
Finalmente, se sugiere no distraerse durante el proceso, vigilar el surtidor y no utilizar el celular mientras se carga gasolina. Aunque parezca exagerado, estas acciones ayudan a evitar errores, omisiones o incluso engaños por parte de algunos despachadores, especialmente si hay cambios de turno o movimientos simultáneos en varias bombas.