En esos días en que el sol parece derretir hasta las ideas, el aire acondicionado se convierte en un verdadero salvavidas. Pero lo que muchos no saben es que su uso inadecuado puede afectar seriamente el recibo de luz.
Una de las dudas más frecuentes es si conviene más dejarlo encendido todo el día o encenderlo únicamente cuando se necesita. Para quienes buscan aliviar el calor sin pagar de más, esta es una cuestión importante.
La respuesta es clara: apagar el aire cuando no estás en casa es la mejor decisión financiera y energética; sigue leyendo y te explicamos.
La creencia de que dejar encendido el aire acondicionado todo el día evita “picos de consumo” y mantiene el ambiente estable sin gastar más es un mito.
El consumo total de energía será mayor si el aparato permanece activo durante muchas horas, incluso si trabaja en un nivel moderado.
Esto ocurre porque el aire acondicionado continúa consumiendo electricidad constantemente para mantener la temperatura, aunque no haya nadie que lo necesite.
Los sistemas de climatización modernos están diseñados para enfriar espacios en pocos minutos. Por lo tanto, no es necesario mantenerlos encendidos por largos periodos para garantizar el confort.
De hecho, encenderlo al regresar a casa representa un gasto puntual que es significativamente menor al acumulado por horas de operación continua sin supervisión.
Apagar el aire cuando sales y encenderlo solo al regresar es lo más eficiente. El mayor gasto de energía proviene del tiempo de funcionamiento total, no tanto del proceso de encendido o de alcanzar nuevamente la temperatura ideal.
En otras palabras, lo que cuesta es el tiempo que el compresor está en marcha, no la temperatura de inicio.
En un artículo de Wirecutter, sección especializada en consumo del New York Times, se detalla cómo incluso en ambientes cálidos y húmedos, el consumo energético acumulado disminuye al apagar el sistema cuando no hay personas en casa.
Además, mantener el equipo encendido durante muchas horas puede afectar su vida útil. Los ciclos de encendido y apagado controlados no solo ayudan a ahorrar energía, también permiten prolongar la eficiencia y el funcionamiento del aparato a lo largo del tiempo.
Este medio también destaca que la eficiencia del aire acondicionado depende en gran medida del aislamiento del hogar, por lo que es recomendable cerrar cortinas, sellar rendijas y evitar que el aire frío se escape. Estas medidas permiten reducir el tiempo de operación del aparato, sin comprometer el confort.
Si buscas mantener un ambiente fresco sin que tu recibo de luz se dispare, estas son algunas recomendaciones:
La mejor manera de usar el aire acondicionado es de forma estratégica y moderada. Encenderlo solo cuando estés en casa, apoyarte en la ventilación natural y cuidar el aislamiento térmico de tu hogar pueden marcar una gran diferencia en tu recibo de luz.
Además, si tu aire acondicionado cuenta con tecnología inverter, el consumo será aún menor, ya que estos equipos regulan la velocidad del compresor y evitan el encendido y apagado brusco.
La práctica más económica y eficiente es apagar el aire acondicionado cuando no se necesita. Dejarlo encendido durante todo el día puede parecer más cómodo, pero a largo plazo representa un gasto que impacta a tu bolsillo y al medio ambiente.