Luego de que un joven se hiciera viral en redes sociales tras comprar un par de aretes de la marca Cartier, cuyo precio original era de 237 mil pesos, por tan solo 237 pesos, fue él mismo quien declaró cómo terminó toda la situación que llegó a las oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Hace unas horas, Rogelio anunció en sus redes sociales que el departamento de atención al cliente se puso en contacto con él. "Quedamos a su entera disposición" se lee en un mensaje en sus stories de Instagram.
Hace unos días, en su perfil de la red social X, compartió capturas de pantalla que mostraban cómo se topó con un error en el sitio web de Cartier, permitiéndole adquirir dos pares de aretes del exclusivo modelo Clash a un precio erróneamente rebajado.
Entusiasmado, Rogelio no dudó en aprovechar la oferta y adquirir dos pares, para después burlarse de la marca en Internet: "Aproveché la oportunidad y hasta pedí dos pares. Díganme muerto de hambre, pero dudo que ustedes la hubieran desaprovechado".
Decidió publicar su experiencia en X para asegurarse de que Cartier respetara la compra realizada bajo esas condiciones. Este evento posicionó a la marca Cartier en las tendencias de México en la plataforma debido a la controversia.
Según el artículo 7 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, los proveedores deben respetar y hacer públicos los precios y condiciones en las que los productos fueron ofertados. El artículo 7 Bis refuerza esta obligación, especificando que los precios mostrados deben incluir todos los elementos adicionales como impuestos y comisiones.
Ante la queja presentada por el usuario, Cartier respondió a las múltiples indagaciones en redes sociales con un mensaje estándar: "Thank you for your message. Please let us know if we can be of further assistance. Kindest regards", lo cual se traduce como: "Gracias por tu mensaje. Háganos saber si podemos ser de más ayuda. Saludos cordiales".
Hasta el momento, no han emitido una respuesta directa sobre el caso, aunque Rogelio anunció que "la guerra había terminado". Así lo dijo:
"War is over. Cartier está cumpliendo. No soy moneda para caerle bien a los lambiscones. No sé quién es el empleado ni su status, si quieren saber pueden preguntarle a la marca, a mi no, yo no lo contraté. Ustedes ya solo están debatiendo entre socialismo y capitalismo. Andan de doble moralistas sacando el cobre dándose golpes de pecho con principios y ética y sale su lado más clasista a relucir, eso no es de muchos principios y ética como tanto se jactan".
