La tarjeta de crédito es uno de los productos más amados y odiados por millones de personas en el mundo, pues gracias a este pequeño plástico, podemos elaborar un historial crediticio, el cual más adelante nos permitirá acceder a opciones crediticias que nos permitan adquirir una vivienda o un auto.
Sin embargo, hay personas que prefieren no aceptar estos plásticos por temor a caer en círculos viciosos, por no saber manejar de forma adecuada el plástico bancario.
Si eres de los que se les altera el corazón al ver su estado de cuenta, o realizas el “pago mínimo” de tu tarjeta porque tu deuda es alta, no te preocupes más, porque en esta ocasión en DeDinero, te explicaré cómo puedes salir de estos círculos viciosos, y así decirle adiós a las deudas, comenzando a usar de forma correcta tu tarjeta de crédito y sin ningún temor.

Para empezar, debes entender cómo funciona una tarjeta de crédito y su importancia en el mundo financiero. Este producto es un instrumento emitido por un banco o una fintech (plataforma de servicios financieros), en el cual se le asigna cierta cantidad de dinero, para que pueda ser utilizado en una variedad de bienes o servicios.
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Sin embargo, al no ser tu propio dinero, el capital que utilices mediante este plástico lo deberás pagar mensualmente, en la fecha que se te asigne; en caso de que este pago no se haga, se te cobrarán ciertos intereses por el retraso, lo cual generará un incremento en tu deuda.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) nos recomienda no adquirir deudas que sobrepasen el 30% de nuestros ingresos, ya que cuando se sobrepasa este porcentaje, se corre el riesgo de tener un desbalance en nuestras finanzas.
De acuerdo con este organismo, podemos decir que hemos caído en un círculo vicioso cuando dejamos de utilizar la tarjeta para compras ocasionales y comenzamos a depender de esta para cubrir gastos básicos, cuando realizamos solo el pago mínimo del plástico, o incluso cuando la deuda ha crecido tanto que nuestros ingresos no son suficientes para liquidar el monto total, por lo que recurrimos a otros préstamos.
Si te sentiste identificado con dos o más de los puntos mencionados, aquí te van algunas recomendaciones para salir de este círculo vicioso:
Diversas entidades bancarias como BBVA, Santander, Banamex y más explican que este error es común entre los tarjetahabientes, pues solo cubre un porcentaje de la deuda, por lo que, al no ver reflejado el pago total de estas, el banco te cobrará un porcentaje de interés.
Básicamente es como si intentaras vaciar una piscina con una cuchara, mientras que del otro lado, otra persona llena la alberca con una manguera.
Si ya adquiriste una deuda, trata de liquidar esta lo antes posible. Muchas personas, luego de hacer una compra, no calculan su nivel de endeudamiento, por lo que sobrepasan el 30% recomendado. SI ya caíste en el sobreendeudamiento; procura tener un control de tus ingresos y comienza a pagar la tarjeta con la deuda más pequeña a la más grande; de esta manera, podrás ir recuperando poco a poco tu estabilidad.
No importa si te acaban de dar tu primera tarjeta de crédito o ya tienes tiempo con ella; estas recomendaciones te ayudarán a tener un buen control de tu plástico y a que la utilices sin miedo:
Tras hacer tu primera compra, realiza el pago total de tu consumo del mes antes de la fecha límite de pago. Al realizar esto, no se te cobrará ningún interés.
No utilices más del 30% del límite de crédito; esto te ayudará a no generar deudas que sobrepasen tus ingresos. Por ejemplo, si el banco te brinda una tarjeta con una línea de crédito de $10,000 pesos, procura que tu consumo mensual no sea mayor a $3,000 pesos.
Durante la temporada de ofertas y promociones, los establecimientos suelen lanzar beneficios al comprar con tarjetas de crédito, como es el caso de diferir la compra a meses sin intereses; si bien esta opción es buena, ten en cuenta que el beneficio aplicará siempre y cuando realicen un mínimo de compra.
Algunas entidades bancarias recomiendan usar este producto como si fuese una tarjeta de débito, o sea que si no cuenta con dinero suficiente en tu cuenta bancaria para respaldar el pago de la compra hoy, no utilices el plástico crediticio.
Recuerda que la tarjeta de crédito es un producto que te abrirá las puertas a diversas oportunidades, siempre y cuando sepas manejar de forma correcta. Acerca del autor: Daniel Fitta es periodista apasionado por las finanzas personales; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.