Tener una casa o departamento propio es un sueño compartido por millones de familias mexicanas. Para la mayoría, lograrlo requiere apoyarse en un crédito hipotecario, un producto financiero que permite comprar una vivienda y pagarla poco a poco en plazos que suelen ir de 5 a 20 años.
La idea de estrenar hogar con un crédito suena atractiva, pero antes de firmar cualquier contrato conviene analizar a fondo tanto sus ventajas como sus desventajas. Al final, estamos hablando de un compromiso a largo plazo que influirá directamente en la economía personal o familiar.
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De acuerdo con Santander y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las hipotecas tienen beneficios claros que pueden hacer la diferencia entre seguir rentando o dar el salto a ser propietario.
Entre las principales ventajas destacan:
Este es quizás el punto más fuerte, ya que un crédito hipotecario permite adquirir una casa o departamento pagando un enganche y financiando el resto.
Existen opciones desde 5 hasta 20 años, lo que da flexibilidad al comprador para elegir la mensualidad que se ajuste a sus ingresos.
Los bancos ofrecen distintos tipos de crédito hipotecario, ya sea a tasa fija, variable o mixta, lo que permite elegir según las necesidades y tolerancia al riesgo de cada persona.
Cada mensualidad que pagas no es dinero perdido, sino una inversión en un bien inmueble que puede aumentar su valor con el tiempo.
En algunos casos, los intereses reales pagados en tu crédito hipotecario pueden deducirse en tu declaración anual ante el SAT.
Comprar con crédito hipotecario también implica compromisos y riesgos que conviene tomar en cuenta antes de decidir. Según Profeco y Santander, estas son algunas desventajas:
Firmar un crédito hipotecario significa comprometerse por varios años, lo que reduce la flexibilidad financiera en caso de querer cambiar de planes.
Aunque la tasa pueda parecer baja, al sumar todos los pagos de intereses a lo largo de los años, el costo final de la vivienda puede duplicarse respecto a su precio original.
Los bancos solicitan historial crediticio limpio, comprobación de ingresos y, en algunos casos, seguros obligatorios. Esto deja fuera a personas con ingresos informales o historial irregular.
Si en algún momento no puedes pagar, el banco puede reclamar la propiedad y perderías lo invertido.
Además de las mensualidades, hay que considerar costos de avalúo, notario, impuestos y mantenimiento de la vivienda.
BBVA explica que en México existen varias modalidades de hipoteca que pueden adaptarse a distintos perfiles:
Tener un hogar propio con un crédito hipotecario puede ser una meta alcanzable y segura, pero todo depende de la planeación financiera.
Antes de firmar, hay que comparar opciones, revisar tasas, calcular la mensualidad respecto a los ingresos y, sobre todo, leer a detalle el contrato.
Profeco recomienda que el pago mensual de un crédito hipotecario no supere el 30% de los ingresos familiares, ya que de lo contrario se podría afectar la capacidad de cubrir otros gastos básicos.
En conclusión, una hipoteca puede ser la llave para abrir la puerta de tu nuevo hogar, pero debe tomarse como una decisión informada y realista, conociendo tanto lo bueno como lo no tan favorable.
Generalmente, se pide comprobante de ingresos, historial crediticio sano, identificación oficial, comprobante de domicilio y en algunos casos contar con un aval.
El enganche suele ser entre el 10% y el 30% del valor de la vivienda, aunque algunas instituciones ofrecen planes especiales para reducirlo.
El banco puede iniciar un proceso legal para recuperar la vivienda. Por eso es importante contratar seguros de desempleo o vida que protejan el pago en situaciones imprevistas.
La posibilidad de comprar una vivienda sin necesidad de contar con el total del dinero, lo que permite construir patrimonio mientras se paga poco a poco.
Se recomienda comparar tasas de interés, CAT (Costo Anual Total), plazos y requisitos en al menos tres instituciones antes de tomar una decisión. Acerca de la autora: Itzel Navarrete es periodista financiera apasionada por el poder de las palabras y la creatividad; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.