A nadie le gusta meterse en problemas legales, pero seamos realistas: en algún momento de la vida podrías necesitar un abogado. Ya sea para divorciarte, heredar una casa, pelear una pensión alimenticia o simplemente para revisar un contrato antes de firmar, contar con un abogado puede salvarte de broncas y gastos inesperados.
Ahora bien ¿cuánto cuesta contratar a un abogado? La respuesta no es tan simple como quisiéramos, pero aquí te lo explicamos con peras y manzanas.
El precio de contratar un abogado varía mucho y depende de varios factores:
Para que no te quedes con la duda, aquí te dejamos algunos rangos de precios promedio:
Desde $500 hasta $1,500 pesos. Ideal para aclarar dudas puntuales, revisar documentos o recibir orientación antes de tomar decisiones.
Entre $1,000 y $4,000 pesos, dependiendo del tipo de documento y la complejidad.
Puede ir desde $15,000 hasta más de $60,000 pesos, dependiendo de la duración del proceso y la dificultad.
Un divorcio voluntario puede costar desde $8,000 a $25,000 pesos, mientras que un divorcio contencioso (cuando hay desacuerdos y se pone complicada la cosa) puede superar los $35,000 pesos.
Generalmente entre $10,000 y $40,000 pesos, considerando si hay acuerdos previos o si todo se tiene que resolver en juzgado.
Pueden costar entre $10,000 y $50,000 pesos, dependiendo si se llega a un acuerdo rápido o si se alarga el pleito.
Otro punto importante es la forma de pago. Muchos abogados cobran por consulta (por hora) cuando se trata solo de asesoría legal. Sin embargo, en procedimientos largos o juicios, suelen cobrar un anticipo (también llamado "provisión de fondos") y después se va pagando conforme avanza el caso.
Algunos cobran un porcentaje del monto que se gane en el juicio, especialmente en temas laborales o civiles donde hay una indemnización involucrada. Por eso es súper importante preguntar desde el principio para evitar sorpresas.
Aunque a simple vista parezca caro, hay que entender que el costo refleja el tiempo invertido, la preparación técnica y el compromiso del abogado con tu caso. Un buen abogado no solo llena papeles: analiza, investiga, negocia, te representa y se asegura de que tus derechos estén protegidos.
Además, un error legal puede salir carísimo en el futuro, así que, en muchos casos, pagar un buen abogado desde el inicio puede ahorrarte disgustos y mucho más dinero después.
Antes de firmar cualquier contrato con un abogado, sigue estos consejos:
Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad. Escribe de finanzas personales en DeDinero.