Hábitos de ahorro desde jóvenes, consejos de Condusef y BBVA
La Condusef recomienda iniciar definiendo una meta concreta.
Crear un hábito de ahorro desde temprana edad es fundamental para gestionar de mejor forma los ingresos cuando llega la adultez y vejez.
Según BBVA, la cultura del ahorro se ha transformado en una de las necesidades actuales, y aunque muchas personas creen que no pueden ahorrar debido a sus pocos ingresos, la Condusef ha manifestado que esto es falso.
Para muchos estudiantes, los apoyos económicos o becas representan su primer contacto con la gestión del dinero. Si recibes algún tipo de ayuda educativa y quieres aprovecharla para construir un colchón financiero o cumplir una meta —como comprar útiles, renovar equipo escolar o prepararte para un gasto futuro— el ahorro puede convertirse en un aliado clave.
La Condusef recomienda iniciar definiendo una meta concreta. Preguntas como ¿para qué quiero ahorrar y en cuánto tiempo quiero lograrlo? ayudan a establecer un plan realista y evitar que el dinero se disperse en gastos impulsivos.
Después, es necesario evaluar cuánto recibes y con qué frecuencia para determinar el monto a guardar. Una regla sencilla es destinar al menos el 10% de tus ingresos al ahorro. Sin embargo, si tus necesidades básicas consumen buena parte del apoyo que recibes, puedes ajustar esa proporción: lo importante es mantener constancia cada mes o cada vez que recibas un pago.
El siguiente paso es elaborar un presupuesto. Este documento, aunque sencillo, permite identificar en qué se va el dinero y dónde puedes recortar sin afectar tus necesidades esenciales. Muchos estudiantes utilizan parte de sus apoyos para materiales escolares; conocer exactamente cuánto gastas en ello te ayudará a separar lo indispensable de lo que puede esperar.
Una vez definido el monto, elige dónde guardar el dinero. La Condusef advierte que mantenerlo “bajo el colchón” no es buena opción. Existen herramientas seguras como cuentas de ahorro para jóvenes o plataformas de inversión básica que permiten que tu dinero no solo se conserve, sino que genere rendimientos. Si eres menor de edad, necesitarás el apoyo de tus padres o tutores para abrir una cuenta formal.
La clave está en la disciplina. Ahorrar con constancia, aunque sea poco, crea un hábito que puede ayudarte a cumplir metas educativas, personales o familiares. Acerca del autor: Daniel Fitta es periodista apasionado por las finanzas personales; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.