Cuando un familiar en Estados Unidos manda dinero a México, no solo está enviando billetes: está enviando confianza, apoyo y esperanza. Y como bien sabemos, cada peso importa, así que elegir el mejor canal para recibir ese dinero no es cualquier decisión.
Ya sea que prefieras el banco, Oxxo o alguna app móvil, lo importante es saber cuánto te cobran, cuánto te entregan y cuánto tardan en hacerlo. Porque sí, no todas las opciones son iguales, y en una remesa puede haber una diferencia de hasta más de 300 pesos por el mismo envío, según datos de Profeco.
De acuerdo con Profeco y Condusef, México es uno de los países que más remesas recibe en el mundo. Solo en 2024, los envíos superaron los 64 mil millones de dólares, y la mayoría fueron enviados por trabajadores migrantes que hacen un esfuerzo enorme para apoyar a sus familias.
Pero aunque el dinero viene con buenas intenciones, muchas veces llega con descuentos innecesarios si se elige mal el medio de envío.
Comisiones elevadas, tipos de cambio bajos o incluso errores en el cobro pueden hacer que tu familiar reciba menos de lo que mandaste con tanto esfuerzo.
Por eso, es importante conocer bien las opciones que hay, sus ventajas y desventajas.
Las tiendas Oxxo se han convertido en una alternativa práctica para muchos, sobre todo en comunidades donde no hay bancos. Según Profeco, permiten recibir remesas de empresas como Western Union, MoneyGram y Ria, y los horarios amplios son una gran ventaja.
Pero ojo: Oxxo tiene un límite máximo de $4,000 pesos por retiro. Además, sus comisiones pueden ser más altas y no siempre ofrece el mejor tipo de cambio.
En resumen, Oxxo es útil si no tienes acceso a un banco o necesitas cobrar fuera del horario bancario, pero no es la opción más económica si buscas aprovechar cada peso.
Las instituciones bancarias ofrecen opciones muy seguras para enviar y recibir remesas.
Los bancos permiten cobrar remesas directamente en ventanilla o a través de cuentas bancarias.
Según Condusef, usar una cuenta bancaria puede ser la opción más conveniente a largo plazo, ya que:
Sin embargo, el proceso puede parecer más complicado para quienes no están bancarizados o no cuentan con acceso a internet o apps móviles. También es importante revisar el tipo de cambio que maneja cada banco, ya que puede variar.
BBVA, por ejemplo, explica que si abres una cuenta digital y la vinculas a una remesadora autorizada, el dinero llega directo a tu celular y lo puedes usar sin necesidad de ir a una sucursal. Esto facilita mucho la vida a quienes viven en zonas urbanas.
En los últimos años, las fintech han ganado terreno con apps para enviar y recibir remesas. Según Profeco, algunas apps ofrecen mejores tipos de cambio que los bancos y cobran comisiones más bajas.
Además, muchas permiten enviar dinero directamente a cuentas bancarias, monederos electrónicos o puntos de cobro en efectivo.
No hay una respuesta única. Todo depende de tus necesidades, del lugar donde vives y del perfil de quien recibe el dinero.
En cualquier caso, antes de enviar o recibir, compara. Profeco publica cada semana un monitoreo de remesas donde puedes ver cuánto recibirías neto con cada proveedor. No te vayas con la primera opción sin revisar.
Consulta el monitoreo de remesas que publica Profeco cada semana. Ahí comparan el monto neto que recibirías por cada proveedor, incluyendo comisiones y tipo de cambio.
Podrías correr el riesgo de perder el dinero o no poder hacer un reclamo. Verifica en el SIPRES de Condusef si la empresa está autorizada para operar en México.
Sí, pero tiene límites. Además, solo puedes recibir, no enviar. Verifica que el envío venga de una remesadora autorizada.
Sí. Muchos bancos en México permiten recibir remesas directamente en una cuenta, lo cual es más seguro, práctico y sin necesidad de salir de casa.
Depende del proveedor y la ruta de envío, pero generalmente las cuentas bancarias y algunas apps registradas ofrecen mejores condiciones que los servicios en efectivo. Acerca del autor: Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad; escribe sobre finanzas personales en DeDinero.