Quien haya intentado rentar una vivienda en la Ciudad de México en los últimos años sabe que los precios parecen subir como si no tuvieran freno. Departamentos pequeños en zonas antes accesibles ahora rebasan los 10,000 pesos al mes, y en colonias como Roma, Condesa o Del Valle, las rentas superan los 30,000 pesos con facilidad.
Esta realidad la viven miles de familias, jóvenes profesionales y personas adultas mayores que ven cómo su salario no crece al mismo ritmo que el costo de un techo.
¿Por qué las rentas en la CDMX son tan caras?
Una de las razones principales es la alta demanda de vivienda en zonas céntricas, que ha generado un mercado donde muchos propietarios incrementan los precios sin justificación real más allá de lo que "el mercado permite".
A esto se suma la falta de regulación efectiva durante muchos años, lo que permitió que se impusieran condiciones abusivas, plazos cortos y aumentos arbitrarios al vencimiento de cada contrato.
Ante este panorama, el Gobierno de la Ciudad de México propuso en 2024 una serie de reformas al Código Civil y a la Ley de Vivienda, con el objetivo de poner límites a los aumentos de renta excesivos y establecer un marco más equilibrado entre propietarios e inquilinos.
De acuerdo con el comunicado oficial de la Jefatura de Gobierno, se plantea que los incrementos anuales no podrán exceder el ajuste inflacionario establecido por el INEGI, evitando así que se disparen por encima de la capacidad real de pago de las familias.
Otra medida relevante incluida en la iniciativa es que el contrato de arrendamiento deberá tener un mínimo de un año, lo que brinda mayor certeza al inquilino y evita desalojos o cambios de condiciones.
Además, si se llegara a un juicio por desacuerdo en el monto del alquiler, se propone que el juez fije la renta provisional con base en avalúos oficiales, no en cifras que imponga unilateralmente el dueño del inmueble.
La propuesta también contempla la creación de un Registro Público de Contratos de Arrendamiento, lo cual permitiría tener mayor transparencia sobre los precios reales de la renta en distintas zonas.
Esta iniciativa busca proteger tanto a los arrendadores que actúan con legalidad como a los inquilinos que hoy se sienten indefensos ante aumentos desproporcionados.
La ley no permite que el dueño aumente la renta de manera indiscriminada durante la vigencia del contrato. Solo puede hacerlo si se establece en el acuerdo original una cláusula de actualización anual, que debe basarse en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Es decir, si rentas por 10,000 pesos y la inflación fue del 4%, el nuevo monto no debería superar los 10,400 pesos al renovar.
¿El turismo es malo en la Ciudad de México?
Otro elemento que contribuye al encarecimiento de la renta es la creciente popularidad de las plataformas digitales de alojamiento temporal, como Airbnb, que ha provocado que muchos propietarios retiren sus inmuebles del mercado de alquiler tradicional para dedicarlos al turismo.
Esto reduce la oferta disponible para quienes buscan un hogar permanente y presiona al alza los precios de lo poco que queda disponible.
Aunado a eso, la gentrificación es uno de los problemas más preocupantes, pues una persona del extranjero puede pagar rentas de 10, 20, 30 mil pesos sin problemas, ya que muchos ganan en dólares.
El desequilibrio entre salarios y renta también es parte del problema. Por ahora, las reformas aún deben ser aprobadas en el Congreso local.
Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad. Escribe de finanzas personales en DeDinero.
