Este martes, jugamos en un simulador financiero en el espacio interactivo que el MIDE (Museo Interactivo de Economía) y la AMAFORE (Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro) instalaron en la (organizada en el Zócalo de la CDMX del 1 al 5 de agosto). Un espacio grande, vistoso, lleno de pantallas y decisiones. La dinámica era sencilla, en teoría: llegar a la jubilación con suficiente ahorro, atravesando en el camino situaciones reales que cualquier mexicano puede enfrentar.

Pagar deudas. Quedarse sin empleo. Rentar un departamento. Financiar la propia educación. Elegir entre ahorrar o gastar cuando el sí alcanza. Decidir si regalas algo básico o costoso en una boda. Cubrir las tarjetas de crédito de los hijos.

Participamos tres periodistas del equipo de DeDinero. Cada quien eligió lo que creía que era lo correcto. Respondimos con base en lo que sabemos, o creemos saber, sobre finanzas personales. Y sin embargo, ninguno llegó a la meta con un retiro sólido.

Esa experiencia la quise aprovechar para compartirte algo de lo que se habla poco, una reflexión personal, porque, incluso cuando enfrentamos los mismos retos, el camino financiero de cada persona es distinto.

¿Cuál es el peor error financiero? (Foto: Javier Ramírez)
¿Cuál es el peor error financiero? (Foto: Javier Ramírez)

¿Por qué el camino financiero de cada persona es diferente aunque enfrentemos los mismos retos?

Todos hemos pasado por situaciones similares cuando hablamos de finanzas personales. Sin embargo, la manera en que cada persona vive estos retos económicos es completamente distinta.

¿Por qué? Porque no hay mapa o sendero que unifique lo que cada uno vive en su contexto, por más parecido que este parezca. Apenas ayer te escribí respecto a las dificultades que todos enfrentamos en algún momento de nuestra vida: .

La alfabetización financiera importa

Uno de los elementos más determinantes para entender nuestras diferencias económicas es lo que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) llama literacidad financiera, que no es otra cosa que el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes para tomar decisiones financieras informadas.

De acuerdo con el último estudio internacional de la OECD/INFE ( OECD/INFE , publicado en 2024):

  • Las personas con menos ingresos o menor nivel educativo suelen tener menos conocimientos financieros.
  • La edad o el género también pueden influir, pero no de forma uniforme: por ejemplo, los jóvenes en algunos países tienen más conocimientos digitales, pero menor planificación a largo plazo.
  • Incluso si dos personas ganan lo mismo, sus decisiones pueden ser muy diferentes dependiendo de sus experiencias, entorno y confianza en sí mismas para gestionar el dinero.

Esto significa que no basta con saber qué es un presupuesto o cómo funciona una tarjeta de crédito: importa cómo aplicas ese conocimiento a tu vida real.

Tus decisiones financieras no sólo dependen del dinero que tienes

Pagar deudas, rentar un departamento, ahorrar o gastar, apoyar a tus hijos o hacer un regalo importante no son simplemente acciones económicas: son elecciones cargadas de contexto emocional, cultural y familiar.

Por eso, la OECD y el Consumer Financial Protection Bureau (CFPB) de Estados Unidos han impulsado un cambio en la forma en que se habla del dinero: ya no se trata solo de educación financiera, sino de bienestar financiero.

Este enfoque pone el acento en cómo te sientes con tus decisiones, si puedes cumplir tus metas sin estrés excesivo y si logras mantenerte estable incluso en momentos difíciles.

No hay un camino correcto, pero sí puedes trazar el tuyo

Aun cuando enfrentemos los mismos eventos (quedarte sin empleo, pagar un préstamo, financiar una carrera), cada quien tiene un camino distinto por diversos factores:

Los recursos disponibles son diferentes

Algunos pueden recurrir a un fondo de emergencia; otros apenas sobreviven quincena a quincena.

La red de apoyo cambia

Hay quienes reciben ayuda de familia o pareja, mientras otros enfrentan todo por su cuenta.

Las prioridades no son iguales

Para ti puede ser más importante invertir en educación; para alguien más, reducir deudas o mudarse.

Lo que sí está claro es que tener un plan financiero personal, aunque sea sencillo, hace la diferencia. De hecho, estudios recientes de NerdWallet y la (CIRO) han demostrado que quienes tienen un plan, por pequeño que sea, muestran mayor resiliencia y bienestar financiero.

¿Cómo empezar a construir tu propio camino financiero?

Aunque no exista un solo método, puedes comenzar por cinco acciones esenciales:

1. Reconoce tu situación actual sin juzgarla

Haz un diagnóstico realista de tus ingresos, gastos, deudas y metas. No es para culparte, sino para saber dónde estás parado.

2. Define tus metas personales, no las de otros

¿Quieres salir de deudas? ¿Ahorrar para un viaje? ¿Pagar la escuela de tus hijos? Esa claridad orienta tus decisiones. No te compares con lo que otros viven.

3. Aprende lo que te falta, desde lo que sí sabes

No necesitas volverte experto en finanzas, pero sí entender los conceptos que afectan tu vida cotidiana: intereses, ahorro, seguros, crédito responsable.

4. Usa herramientas digitales que se ajusten a ti

Existen apps y simuladores que adaptan su educación financiera a tu perfil. Busca aquellas que te ayuden a tomar mejores decisiones día a día.

Te dejo unos ejemplos:

5. Da pequeños pasos, pero constantes

Elegir ahorrar antes de gastar, pagar más del mínimo en una deuda o decir no a un gasto impulsivo son acciones pequeñas que generan grandes cambios con el tiempo.

¿Y si tienes que regalar algo costoso o pagar las tarjetas de tus hijos?

Este tipo de decisiones emocionales y financieras también forma parte del camino individual. No existe una respuesta correcta para todos, pero sí puedes hacerte estas preguntas:

  • ¿Puedo dar este regalo sin poner en riesgo mis metas financieras?
  • ¿Estoy ayudando a mis hijos a crecer o generando dependencia económica?
  • ¿Estoy tomando esta decisión por presión social o por una meta personal?

Responder con honestidad puede ayudarte a actuar con libertad y coherencia.

¿Por qué no hay una fórmula financiera única?

Porque cada persona tiene distintos ingresos, metas, creencias, conocimientos y redes de apoyo. Las decisiones de dinero se toman con base en contexto, no solo en teoría.

¿Qué puedo hacer si no sé cómo empezar a organizarme?

Empieza por reconocer tus ingresos y gastos. Luego, fija una meta específica (salir de deudas, ahorrar, estudiar) y busca herramientas que te ayuden paso a paso. No necesitas hacerlo todo de golpe.

¿Qué pasa si cometí errores financieros en el pasado?

Fun fact: todos los cometemos. Lo importante es aprender de ellos y diseñar un camino que se adapte a tu presente y futuro.

Tu dinero, tus decisiones, tu camino

Aunque tú y otras personas enfrenten las mismas situaciones económicas, como pagar deudas, rentar, ahorrar, regalar o apoyar a familiares, la manera en que cada quien toma decisiones es única. Eso no es una debilidad, sino una señal de que las finanzas personales realmente son personales.

Al entender tu situación, mejorar tu educación financiera y actuar desde tus prioridades, puedes dejar de compararte y empezar a construir un futuro más estable y satisfactorio. Si encontraste útil este artículo, compártelo con alguien que esté comenzando a tomar control de su economía personal. Acerca del autor: Javier Ramírez es periodista financiero especializado en SEO, economía digital, inteligencia artificial, fintech e inversiones; escribe todos los días en DeDinero.

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