Estos días las redes sociales como Instagram y TikTok están llenas de contenido visualmente atractivo donde jóvenes y adultos exploran una estética llamada “fairy” o “hada”, combinada con diversos sectores de la vida como el laboral, el personal y el financiero.
Por ejemplo, quienes trabajan en oficinas afirman tener a compañeras identificables como la “estrés-hada”, para referirse a la persona que siempre está estresada. Asimismo, la “enamor-hada”, la “agot-hada”, la “empoder-hada”y, lo que da origen a este artículo, la “adiner-hada”
Justo esto último, sinceramente, me funciona como un disparador para hablar de hábitos financieros, autoestima, salud mental y autonomía económica, especialmente entre personas jóvenes (mujeres y hombres) que buscan en redes sociales qué hacer con su vida.
Al analizar este fenómeno desde un enfoque científico y financiero, encontramos que lo que parece una moda visual en realidad está empujando a muchas personas a replantearse su relación con el dinero, la disciplina financiera y su capacidad de generar riqueza.
El primer paso no es ganar más, sino definir con precisión qué representa la riqueza en tu contexto. Según estudios de psicología económica, una persona se siente rica no por lo que gana, sino por tener control sobre su tiempo, sus decisiones y su seguridad financiera.
Ejercicio práctico: Escribe en una hoja tus prioridades económicas: ¿libertad?, ¿estabilidad?, ¿viajar?, ¿invertir? Tener claridad te ayuda a enfocar tu energía y decisiones.
Las redes sociales pueden ser aliadas si sigues a personas que enseñan finanzas, hábitos, inversión o salud mental. Cambiar tu algoritmo también transforma tu mentalidad.
La Universidad de Pensilvania ha demostrado que reducir el consumo de contenido superficial y reemplazarlo por educativo mejora la motivación y reduce la ansiedad económica.
Tip: Haz una curaduría consciente de tus cuentas seguidas: elige perfiles que te enseñen, inspiren y validen el progreso real, no solo la apariencia. Dale unfollow a lo que no te funcione.
No necesitas una transformación radical, sino microacciones repetidas. James Clear, autor de Hábitos atómicos, lo llama “acumulación de mejoras marginales”.
Ejemplos efectivos:
Registrar tus gastos todos los días (aunque solo sean 3).
Separar automáticamente el 5% de tus ingresos semanales.
Leer 2 páginas diarias de un libro sobre economía personal.
La neurociencia ha demostrado que el lenguaje moldea la percepción. Hablar de dinero con culpa, miedo o rechazo engrandece una percepción de pobreza y las creencias limitantes.
Hablar con racionalidad, curiosidad o responsabilidad activa regiones de toma de decisiones.
Sustituye frases como:
“Nunca me alcanza” por “Estoy aprendiendo a administrar mejor”.
“El dinero es complicado” por “Puedo entender esto paso a paso”.
Más importante que una app es tener un sistema que se adapte a ti. Puedes usar una hoja de cálculo, un cuaderno físico o aplicaciones en tu celular. El “chiste” es tener registro, revisión y ajustes constantes, como se hace en cualquier empresa.
Incluye:
Ingresos fijos y variables.
Gastos necesarios y prescindibles (innecesarios pues).
Categoría de ahorro e inversión.
Fondo de emergencias (idealmente con 3 a 6 meses de gastos).
Ser “adinerada” en 2025 implica hacer que tu dinero trabaje para ti. En México, instrumentos como los CETES ofrecen una entrada sencilla y segura, empezando con 100 pesos.
Empieza por entender:
Riesgo y plazo.
Rendimiento esperado vs inflación.
Diversificación básica.
La inteligencia emocional está directamente relacionada con la salud financiera, según el Journal of Behavioral Finance. Quienes regulan mejor sus emociones toman mejores decisiones de ahorro, inversión y consumo.
Acciones prácticas:
Dormir bien (7-8 horas mejora la función ejecutiva del cerebro).
Hacer ejercicio (reduce el estrés que lleva a compras impulsivas).
Meditar o respirar antes de decisiones económicas importantes.
No. Ser adinerada significa tener una estructura financiera estable, con hábitos que te permitan ahorrar, invertir, cubrir tus necesidades y construir libertad a largo plazo.
La estética de las hadas sirve como símbolo visual para una nueva generación de jóvenes que está resignificando el éxito: menos agresividad, más disfrute, armonía, creatividad y conciencia. Pero el fondo del cambio está en las acciones racionales.
¿Por dónde empiezo si gano poco?
Empieza por registrar tus gastos, reducir gastos invisibles (como cuentas de streaming que no usas o esa mensualidad del gym que ni atiendes) y aprender sobre inversión.
La riqueza real se construye con estrategia y bienestar
La tendencia de las “adiner hadas” puede parecer superficial, pero esconde una verdad que vale la pena analizar: cada vez más personas están buscando ser dueñas de su economía sin renunciar a su identidad, salud mental ni calidad de vida. No necesitas magia ni ganar los millones de pesos que, btw, muchos te prometen en reels de Instagram: necesitas claridad, educación y un sistema personal que funcione para ti.