El día de ayer, establecimientos en gran parte de la República Mexicana se vieron abarrotados, y no, no fue por la celebración del Día de las Madres, ni por el Día del Padre, ni por el Día del Abuelo; la saturación en varios restaurantes se debió al Día de las Alitas.
Sí, así como lo estás leyendo, estas piezas de pollo tienen una fecha de celebración, la cual se conmemora a nivel mundial cada 29 de julio. Esta fue la razón por la que miles de personas saturaron los establecimientos que se dedican a la venta de alitas, especialmente aquellos que cuentan con bufet.
Mucha gente nos preguntamos qué tienen de especial estas fechas que siempre llenan los restaurantes. ¿Acaso no se puede ir otro día? ¿Es necesario sumarse a dichos festejos? ¿Es redituable económicamente la carga laboral que se presenta durante estos días? Pues en esta ocasión en DeDinero te lo explico.
México se caracteriza por tener cientos de celebraciones al año; algunas son consideradas como días festivos por la Ley Federal del Trabajo (LFT) y otras son una forma de reconocer, honrar o conmemorar la labor de algún individuo, como es el caso del 10 de mayo, en el cual se festeja el Día de las Madres.
Aunque, por otro lado, también hay celebraciones en las cuales se conmemoran ciertos alimentos, como el Día de las Alitas, el Día de la Hamburguesa o el Día de la Dona.
Y aunque el objetivo de cada una de estas conmemoraciones es diferente, hay un aspecto que comparten, y es que, cuando llega el día de esta celebración, la mayoría de los establecimientos siempre se saturan.
Por ejemplo: Cada 10 de mayo, las plazas y restaurantes siempre están llenos, ya que muchas personas tienen la costumbre de “festejarle” a mamá.
Sin embargo, en el 80 por ciento de los casos, ese día termina siendo todo menos un festejo, ya que ante la alta afluencia en los comercios, la atención a los comensales es menor, el tiempo de espera es mayor, y gran parte de los productos suelen incrementar su precio.
A inicio de mayo, la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) informó que esperaba que la celebración del 10 de mayo de este 2025 dejara una derrama económica de 4 mil 561 millones de pesos, tan solo en la Ciudad de México.
Y si bien esto es bueno para la economía del país y, obvio, para los comercios, ¿es redituable para los trabajadores? ¿Ganan un porcentaje extra los meseros, cocineros y más empleados?
Pues de acuerdo con diversos trabajadores y extrabajadores de algunos restaurantes en la Ciudad de México que compartieron su testimonio para DeDinero, mencionan que estas fechas no son del agrado de estos empleados, ya que la exigencia laboral es demasiada y no se les brinda una gratificación extra.
Si bien algunos meseros pueden recibir una compensación por el servicio, debido a la alta afluencia, la preparación de los platillos puede tardar, así como la atención del personal puede demorar, por lo que afecta a que los meseros no reciban propina.
Durante estas celebraciones, los restaurantes que se dedican a este giro suelen contar con ofertas y promociones, lo que provoca que las personas acudan a estos comercios para gozar de estos beneficios.
Sin embargo, hay comensales que pueden llegar a esperar de 2 hasta 4 horas formados en la fila para poder disfrutar de unas alitas, las cuales también pueden llegar a tardar hasta 30 minutos en que los meseros se las lleven a la mesa. Es aquí cuando sale la pregunta: ¿Realmente conviene?
A pesar de que muchos establecimientos en estos festejos ponen ciertos alimentos en descuento, al momento de realizar un balance en cantidad, calidad y precio, nos damos cuenta de que, en la mayoría de los casos, esto no es conveniente para el comensal.
Y es que, por poner un ejemplo, el comercio que cuenta con bufet de alitas, y durante el festejo de este alimento, pone la promoción de “todas las alitas que puedas comer por 99 pesos”. Al final de su visita, la mayoría de los comensales, además de tener que esperar mucho tiempo para poder comer, que los alimentos tardarán en llegar a la mesa, la probabilidad de que estos no lleguen bien cocidos o fríos aumente, además de que, por la desesperación, el cliente no ordenará más alitas y pedirá su cuenta.
¿Realmente convino aprovechar la “promoción” o solo te dejaste llevar por la emoción y la estrategia mercadológica? Toma en cuenta que cada uno de estos aspectos impacta en tus finanzas, algo que no recomienda para nada la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.
La guardiana financiera también conocida como Condusef dice que aprovechar impulsivamente una "promoción" puede ser perjudicial para tus finanzas personales, ya que a menudo te dejas llevar por la emoción del momento y las estrategias de marketing en lugar de analizar si realmente necesitas o te conviene el producto o servicio.
Esta conducta impacta directamente en tu economía, pudiendo generar gastos innecesarios o endeudamiento, una situación que la Comisión desaconseja totalmente para mantener una buena salud financiera.
Al próximo Día de las Alitas o del Día de las Madres pregúntate si vale la pena gastar por lo que recibes, o si es más conveniente celebrar y degustar estos platillos otro día con menos gente, mayor cantidad y calidad de alimentos, aunque el precio aumente. Acerca del autor: Daniel Fitta es un periodista de DeDinero apasionado por las finanzas personales.