En el marco de la estrategia del Gobierno de México para reducir la desigualdad y garantizar el derecho a una vivienda adecuada, el programa Mejoramiento de Vivienda para el Bienestar se presenta como una de las iniciativas más importantes de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Este programa federal tiene como objetivo beneficiar a las familias con mayores carencias, otorgando apoyos directos de 40 mil pesos para mejorar las condiciones estructurales y de habitabilidad de sus viviendas.
Este monto no es un crédito ni requiere reembolso, se trata de un apoyo económico directo, pensado para contribuir de manera concreta al bienestar de los hogares en situación de vulnerabilidad.
El recurso puede destinarse a arreglos urgentes, ampliaciones necesarias, instalación de servicios básicos o acondicionamiento de espacios que permitan vivir con dignidad.

¿Quiénes pueden recibir este apoyo?
La selección de las personas beneficiarias está basada en criterios de justicia social. De acuerdo con información oficial de la SEDATU, este apoyo está dirigido a familias de zonas marginadas o con alto rezago social, especialmente en regiones prioritarias del país donde la pobreza y el acceso a vivienda adecuada siguen siendo desafíos importantes.
Entre los principales beneficiarios se encuentran personas de bajos ingresos, comunidades indígenas, mujeres jefas de familia y adultos mayores. La prioridad es atender a quienes viven en viviendas deterioradas, sin servicios básicos o con condiciones estructurales que representan un riesgo para su salud y seguridad.
Los apoyos se otorgan de forma directa, sin intermediarios, y se busca que los recursos lleguen de manera oportuna a quienes realmente lo necesitan.
¿En qué se puede usar el recurso?
El monto de 40 mil pesos está diseñado para cubrir intervenciones clave dentro de la vivienda. Los recursos pueden utilizarse en acciones como:
- Reparación de techos, pisos o muros
- Instalación de sanitarios, regaderas y sistemas hidráulicos
- Construcción o ampliación de cuartos para mejorar el hacinamiento
- Adaptaciones para personas con discapacidad
- Sustitución de materiales precarios por otros seguros y duraderos
Esta flexibilidad permite que cada beneficiario adapte el uso del apoyo a las necesidades específicas de su hogar. En todos los casos, el objetivo es mejorar la calidad de vida de las familias mediante intervenciones que fortalezcan la seguridad, la higiene y la funcionalidad del espacio.
¿Cómo se entrega el apoyo?
La SEDATU coordina la entrega directamente a los beneficiarios mediante un esquema transparente y supervisado.
El programa trabaja en coordinación con brigadas comunitarias que visitan las localidades seleccionadas para identificar las viviendas que requieren intervención.
Una vez que las familias son seleccionadas, se les brinda acompañamiento técnico y se les entrega el recurso para ejecutar las mejoras necesarias.
En muchos casos, las familias participan activamente en la construcción o mejora de su vivienda, lo que también impulsa la economía local a través de la contratación de mano de obra y compra de materiales en la zona.
¿Cómo saber si puedes ser beneficiario?
La SEDATU publica convocatorias y lineamientos actualizados a través de su página oficial y mediante brigadas comunitarias que se encargan de identificar a las familias que podrían ser beneficiarias. No existe un mecanismo de registro masivo en línea, ya que el enfoque del programa es territorial y focalizado.
Si vives en una zona marginada, formas parte de una comunidad indígena o tu vivienda está en malas condiciones, es probable que puedas ser considerado para el programa en futuras fases. Lo ideal es estar atento a las visitas de brigadas, así como a la información oficial publicada por las autoridades federales y municipales.
El programa Mejoramiento de Vivienda para el Bienestar representa una política pública con enfoque social y económico que busca transformar las condiciones de vida de miles de familias en situación vulnerable.
Con apoyos directos de 40 mil pesos, sin necesidad de trámites complejos ni intermediarios, este esquema se posiciona como una herramienta efectiva para combatir la desigualdad y dinamizar la economía desde el nivel más local: el hogar.