La Ciudad de México está por dar un paso más hacia una movilidad más justa y sustentable con la próxima construcción de la Línea 6 del Cablebús, un proyecto que busca acortar distancias y facilitar en transporte en alcaldías como Milpa Alta y Tláhuac, que durante décadas han vivido con opciones de transporte limitadas y trayectos largos para llegar al centro de la ciudad.
De acuerdo con información oficial del Gobierno Capitalino esta nueva línea tendrá una extensión de 13.27 kilómetros y contará con 9 estaciones, cruzando por dos de las zonas más marginadas y desconectadas de la capital.
La obra, que forma parte del ambicioso plan de expansión del transporte público impulsado en esta administración, representa una oportunidad de mejora para la vida diaria de personas que hasta ahora enfrentan trayectos de hasta dos horas para llegar a sus trabajos o escuelas.
¿Por dónde pasará la Línea 6 del Cablebús?
Esta línea arrancará en Milpa Alta, una de las alcaldías con menos conectividad en toda la ciudad, y llegará hasta la terminal del Metro Tláhuac, estación de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC). Con esta conexión, se facilitará el acceso al Metro y se reducirá drásticamente el tiempo de traslado entre el suroriente y el resto de la capital.
El Cablebús Línea 6 tendrá nueve estaciones estratégicamente ubicadas:
- Metro Tláhuac
- San Francisco Tlaltenco
- San Juan Ixtayopan
- San Nicolás Tetelco
- San Antonio Tecómitl
- San Lorenzo Tlacoyucan
- San Salvador Cuauhtenco
- Villa Milpa Alta
- Centro de Milpa Alta
Más allá del transporte: impacto social y económico
La Línea 6 no solo será un beneficio para quienes viajan diario. Su construcción y operación también generará empleos, mejorará la movilidad de productos y servicios, y reducirá significativamente las emisiones contaminantes al disminuir el uso de automóviles particulares y transporte informal.
Además, como se ha visto con otras líneas de Cablebús en la capital, se espera que esta infraestructura venga acompañada de mejoras urbanas: rehabilitación de espacios públicos, instalación de murales, iluminación en zonas peligrosas y acceso para personas con discapacidad. Es decir, no se trata solo de mover personas, sino de transformar entornos enteros.
El gobierno de la ciudad aún no ha publicado la fecha exacta del inicio de la obra, pero ya confirmó oficialmente la ruta y las estaciones.
Se espera que, como en los casos anteriores, se lleve a cabo un proceso de consulta con los vecinos para afinar detalles, garantizar el respeto a las tradiciones de las comunidades y mantener el equilibrio entre modernización y conservación cultural.
