Como nuevo emprendedor, puede que te sientas abrumado por trámites y papeleo, pero elegir correctamente tu régimen fiscal es uno de los pasos más importantes para garantizar el éxito y la salud de tus finanzas.
Para fines fiscales, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) te clasifica como persona física o persona moral. Si eres una persona, un individuo con una actividad económica, esta guía es para ti.

¿Cómo saber qué régimen fiscal me corresponde como persona física?
La elección del régimen fiscal depende directamente de la actividad económica que realizas y de tus ingresos. Para que el SAT te identifique correctamente y puedas cumplir con tus obligaciones, es importante que analices tu tipo de negocio y tus proyecciones financieras.
Los principales regímenes para emprendedores que son personas físicas son:
Régimen Simplificado de Confianza (RESICO)
Este es ideal si tus ingresos anuales por actividades empresariales o profesionales no superan los $3.5 millones de pesos.
Es la opción más popular por su simplicidad y sus bajas tasas de Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Régimen de Actividades Empresariales y Profesionales
Si eres un profesionista independiente (abogado, médico, contador) o tu negocio es una actividad comercial (restaurante, consultoría), este es tu régimen.
No tiene un límite de ingresos, lo que lo hace ideal si esperas un crecimiento robusto.
Régimen de Plataformas Tecnológicas
Si vendes productos o servicios a través de apps o plataformas como Uber, DiDi, Mercado Libre o Airbnb, este régimen te permite simplificar tus pagos.
Las plataformas pueden retener y pagar tus impuestos directamente al SAT, siempre y cuando tus ingresos no excedan los $300,000 pesos anuales.
Régimen de Arrendamiento
Si tu negocio es rentar un bien inmueble, como una casa o un local comercial, este régimen te permite tributar por los ingresos que obtienes por ese concepto.
¿Cuál es la diferencia entre una persona física y una persona moral?
La diferencia fundamental radica en la naturaleza jurídica de tu negocio.
Persona física: Eres tú, el individuo. Tienes derechos y obligaciones fiscales como tal. La responsabilidad legal y financiera recae directamente sobre ti.
Persona moral: Es una entidad legal, un conjunto de personas físicas unidas para un fin colectivo. Ejemplos comunes son las Sociedades Anónimas (S.A. de C.V.) o las Sociedades de Responsabilidad Limitada (S. de R.L.).
La ley les otorga capacidad para tener derechos y obligaciones, y su responsabilidad es independiente de la de sus socios.
Pasos para elegir tu régimen fiscal correctamente
Define tu actividad principal: ¿Eres un freelancer que ofrece servicios, un vendedor en línea, o un dueño de un pequeño local? La actividad es el primer filtro para el SAT.
Calcula tus ingresos anuales estimados: Haz un pronóstico conservador de tus ganancias. Esto te ayudará a saber si puedes optar por el RESICO o el régimen de Plataformas Tecnológicas. Si tus ingresos son superiores a los límites, deberás considerar el régimen de Actividades Empresariales.
Evalúa los beneficios y obligaciones: Cada régimen tiene sus propias reglas. Por ejemplo, en el régimen de Plataformas Tecnológicas, las retenciones pueden ser definitivas, lo que te libera de presentar declaraciones mensuales. En el RESICO, tus tasas de ISR son menores.
Consulta las fuentes oficiales: Siempre verifica la información en la página oficial del SAT o busca la asesoría de un contador de confianza. Un especialista puede guiarte para elegir la mejor opción según tu modelo de negocio específico.
Elegir correctamente tu régimen fiscal en el SAT te dará tranquilidad y te permitirá enfocar tu energía en lo que realmente importa: hacer crecer tu negocio. Cumplir con tus obligaciones fiscales desde el inicio es una inversión en el futuro de tu emprendimiento. Acerca del autor: Javier Ramírez es periodista financiero especializado en economía digital, inteligencia artificial, fintech, negocios e inversiones; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.