Este 26 de agosto, Taylor Swift y Travis Kelce confirmaron oficialmente su compromiso, un evento que generó titulares en medios internacionales de un segundo a otro y que también desató un fenómeno económico inmediato.
Desde la joya en su mano hasta el vestido que usó para anunciar la noticia, cada detalle marcó tendencia.
La prenda elegida por Taylor Swift fue el Striped Silk-Blend Dress de Polo Ralph Lauren, confeccionado en seda y nylon. Este modelo, que formaba parte de la colección de la marca, alcanzaba un precio de venta al público cercano a 398 dólares en retailers oficiales como Ralph Lauren, Bloomingdale’s o Saks.
Algunas tiendas incluso lo ofrecieron en promoción alrededor de los 320 dólares (unos 5 mil 800 pesos mexicanos).
Apenas se difundieron las fotos del compromiso, el vestido se convirtió en objeto de deseo global. Medios de moda como Teen Vogue, Harper’s Bazaar e InStyle reportaron que las tallas más pequeñas comenzaron a agotarse en cuestión de horas, con listados que pasaron rápidamente a la categoría de “sold out” en múltiples plataformas. Nosotros en DeDinero confirmamos que la prenda está agotada en todas sus medidas.
Aunque Ralph Lauren no ha dado cifras exactas de ventas, la cobertura internacional coincidió en un dato contundente: el anuncio de la intérprete de Style fue suficiente para disparar la demanda y vaciar los inventarios en varias tiendas online.
La escena recuerda otros episodios del denominado “Swift Effect”, donde cualquier prenda, accesorio o producto asociado a la cantante se convierte en tendencia inmediata.
Más allá de la estética, el fenómeno alrededor del vestido revela la fuerza de Taylor Swift como catalizadora de consumo. Y es que cada aparición de la llamada Industria Musical genera aumentos en ventas, búsquedas digitales y menciones en redes sociales.
Este vestido de Ralph Lauren se suma a una larga lista de artículos de moda, fragancias y accesorios que han visto dispararse su demanda por asociación directa con la cantante.
Lo relevante no es solo que se haya agotado, sino que demuestra cómo un anuncio personal de Taylor Swift puede traducirse en millones de dólares en exposición mediática y ventas globales para una marca, aunque el objetivo no haya sido ese.
El compromiso entre Taylor Swift y Travis Kelce no solo fue noticia rosa: también tuvo repercusiones económicas inmediatas:
El mencionado vestido se agotó en retailers internacionales, mostrando cómo un solo outfit puede reconfigurar la demanda global de una marca.
Plataformas como StubHub ya habían documentado anteriormente que la presencia de Taylor Swift en juegos de los Kansas City Chiefs disparaba las búsquedas y ventas de boletos hasta tres veces más en cuestión de minutos.
Como antecedente, la gira The Eras Tour dejó en Kansas City un impacto estimado de más de 200 millones de dólares en gasto local en hospedaje, transporte y servicios, según la Economic Development Corporation de la ciudad.
Dicho precedente sugiere que la unión de Taylor Swift con Travis Kelce podría tener efectos similares en mercados donde confluyen música, NFL y turismo. Te invito a leer: El anillo de compromiso de Taylor Swift con Travis Kelce; esto puede costar en pesos mexicanos, explicación de su significado y sus easter eggs. Acerca del autor: Javier Ramírez es swiftie, definitivamente.