Desde el 1 de julio pasado, plataformas como Uber, Rappi y DiDi están obligadas a registrar a sus repartidores y conductores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esta medida forma parte del nuevo modelo laboral aprobado en diciembre de 2024, que busca proteger a quienes laboran en la economía de plataformas digitales.
Sin embargo, a tan solo dos semanas de su implementación, el caso Uber ha detonado una controversia nacional. Mientras el Gobierno presume la reforma como un paso histórico hacia la formalización laboral, la realidad en las calles y las tarifas de los usuarios cuenta otra historia.
El nuevo marco legal obliga a todas las plataformas digitales que operan en México a:
El piloto obligatorio del IMSS arrancó el 1 de julio y se extenderá hasta diciembre de 2025. Según datos oficiales, más de 350 mil trabajadores ya fueron incorporados. Plataformas como Uber y Rappi comenzaron el proceso de registro.
La única gran excepción hasta ahora es DiDi, que ha sido señalada públicamente por la presidenta, Claudia Sheinbaum, por no cumplir con la ley.
Este 16 de julio, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) lanzó un boletín contundente (28/25) contra Uber, luego de que la empresa incrementara sus tarifas hasta en un 7 % en varias zonas del país.
La justificación de la plataforma: cubrir los nuevos costos derivados de la reforma laboral.
Pero el Gobierno no lo ve así. La STPS calificó la decisión como:
"Unilateral, injustificada y contraria a los compromisos firmados entre la empresa y el Estado mexicano."
Según el comunicado oficial, Uber participó activamente en las mesas de diálogo para desarrollar esta reforma y se comprometió por escrito a no trasladar los costos ni a los consumidores ni a los trabajadores.
“A tan solo 15 días del inicio del piloto, no se cuenta con datos técnicos que demuestren un impacto real en los costos operativos”, explicó la STPS.
Ante el aumento, el Gobierno federal, a través de Profeco y STPS, anunció una serie de operativos nacionales para:
En medio del debate, emergen historias personales que reflejan las consecuencias no intencionadas de esta reforma. Un ciudadano de 62 años compartió su experiencia con DeDinero:
"Hola, te comparto una historia real que refleja un efecto secundario poco visible del nuevo requisito de registrar en el IMSS a quienes trabajan en plataformas. Tengo 62 años y estoy desempleado desde hace más de 7 meses. Soy profesional, con experiencia y certificaciones, pero ya ni entrevistas consigo. Me iba a incorporar a una plataforma como repartidor. No es mucho el ingreso, pero era algo para salir del apuro y facturar por honorarios. El problema es que ahora al registrarme en la plataforma me dan de alta en el IMSS, y eso me impide entrar en Modalidad 40, que es mi única opción para mejorar mi pensión. Además, esos ingresos bajos afectarían el promedio para calcularla. En resumen: Si trabajo, gano poco y pierdo mi derecho a una mejor pensión, si no trabajo, sigo sin ingresos, pero mantengo abierta la puerta a una pensión digna. El sistema debería permitir que el trabajador decida si quiere o no cotizar en el IMSS. Para muchos esto es una trampa invisible que nadie está contando".
Este testimonio ilustra un problema serio: al cotizar en el IMSS con ingresos bajos, las personas que están cerca de pensionarse no solo pierden el derecho a entrar en la Modalidad 40, sino que además reducen su promedio salarial, lo que afecta directamente el monto de su pensión.
¿Por qué pasa esto? La Modalidad 40 solo está disponible para quienes no están dados de alta activamente en el IMSS.
Si una persona empieza a trabajar en una plataforma y es dada de alta automáticamente, queda inhabilitada de la Modalidad 40 del IMSS, que ayuda a cotizar o "pagar" semanas y dependiendo del tope de estas (el salario máximo permitido es 25 veces el valor diario de la UMA, que este año equivale a 113.14 pesos), se calcula la pensión de por vida.
En ese contexto, al cotizar con ingresos mínimos (si es el caso), el promedio salarial de los últimos 5 años se reduce, bajando la pensión vitalicia.
Por ahora, nada oficial. Aunque la reforma es bien intencionada, en su fase piloto no contempla excepciones para personas mayores, desempleados de largo plazo o quienes están en transición hacia su pensión.
Expertos en pensiones y derecho laboral han comenzado a sugerir reformas complementarias como:
Esta situación es un choque frontal entre dos derechos fundamentales:
No. La STPS afirmó que no existen fundamentos técnicos ni legales para justificar el alza. Uber había firmado compromisos para no trasladar los costos a usuarios.
Sí. Si ganas al menos el salario mínimo mensual, la plataforma está obligada a darte de alta en el IMSS. No hay opción de “renunciar” a esa afiliación.
Sí. Si estás bajo el régimen de Ley 1973, el promedio de tus últimos 5 años de salario determina el monto de tu pensión. Cotizar con ingresos bajos lo puede reducir.
No. En cuanto una plataforma te registre ante el IMSS, pierdes temporalmente el derecho a ingresar o permanecer en Modalidad 40.
La nueva reforma laboral es un avance en derechos laborales, pero también pone sobre la mesa temas como el descrito con la Modalidad 40 del IMSS. Uber, por su parte, se encuentra bajo la lupa del Gobierno mexicano por sus tarifas y el cumplimiento efectivo de una ley que podría redefinir el futuro del trabajo digital en el país. ¿Te subieron el precio en Uber? ¿Estás en edad de pensión y piensas trabajar en apps? Este es un tema que seguiremos investigando con las autoridades pertinentes, no dejes de seguirnos. Javier Ramírez es periodista financiero especializado en economía digital, inteligencia artificial, fintech e inversiones. Coordinador Editorial de DeDinero.