Este sábado 7 de junio comenzó a operar oficialmente la Línea 13 del Trolebús en la Ciudad de México, una acción que no solo representa un avance en términos de movilidad sustentable, sino que también se traduce en un impacto económico positivo para miles de personas usuarias que diariamente transitan entre el suroriente y el oriente de la capital.
El nuevo servicio, gestionado por el Servicio de Transportes Eléctricos (STE), cubre una ruta de alta demanda social al conectar puntos estratégicos como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) Casa Libertad en Iztapalapa con el Metro Coyuya en la alcaldía Iztacalco, atravesando zonas densamente pobladas que durante años enfrentaron carencias de transporte público eficiente.
La Línea 13 recorre de Constitución de 1917 a Mixcoac en un trayecto que enlaza diversos puntos de importancia regional en el suroriente de la ciudad.
Además, al tratarse de un sistema eléctrico, esta línea contribuye directamente a la reducción de emisiones contaminantes y ruido, mejorando la calidad del aire y la salud en las colonias del corredor.
Una de las mayores fortalezas de la Línea 13 del Trolebús es su tarifa de 7 pesos por viaje, en comparación con otros servicios de transporte concesionado, donde los costos pueden superar los 10 pesos por tramo.
Los beneficios no son solo tarifarios. El servicio cuenta con unidades modernas y accesibles, con espacio para personas con movilidad reducida, sistemas de ventilación y operación silenciosa.
El diseño de la ruta permite una conexión eficiente con el Metro y otros servicios de transporte público, lo que facilita la integración multimodal sin encarecer el traslado total.
La operación de la línea está a cargo del STE, organismo público responsable del trolebús en la ciudad, lo que garantiza mantenimiento constante, supervisión técnica y estándares de calidad en la operación diaria.
La apuesta por líneas de trolebús como la 13 responde a una visión de ciudad más sustentable, equitativa y eficiente. El modelo eléctrico, además de ser más limpio, permite una reducción del gasto operativo en el largo plazo, lo que mejora la viabilidad financiera del sistema de transporte sin trasladar esos costos al usuario.
De acuerdo con el STE, la Línea 13 forma parte de un plan más amplio de modernización de los corredores eléctricos en CDMX, lo que demuestra que la inversión en infraestructura de movilidad no solo mejora la calidad de vida urbana, sino que también es un pilar para el desarrollo económico regional.