En México, cada vez más personas enfrentan el reto de pagar un crédito mientras lidian con llamadas insistentes de . A muchos les pasa lo mismo: suena el teléfono, ves un número extraño y al contestar, una voz firme te recuerda que tienes un adeudo pendiente.

¿Te ha pasado? No estás solo. Lo que quizá no sabes es que tienes derechos claros como consumidor cuando se trata de , y la Profeco está de tu lado para hacerlos valer.

La cobranza de deudas es uno de los temas que este mes aborda la Revista del Consumidor, una publicación mensual que ofrece información valiosa para los consumidores, con ayuda de data recopilada por la Procuraduría Federal del Consumidor, más conocida como Profeco, un organismo público en México responsable de proteger los derechos de los consumidores y garantizar relaciones de consumo justas.

¿Qué puedo hacer si un despacho de cobranza me amenaza? (Foto: DeDinero)
¿Qué puedo hacer si un despacho de cobranza me amenaza? (Foto: DeDinero)

¿Qué puedo hacer si un despacho de cobranza me amenaza?

Ernesto, un diseñador gráfico de 34 años que vive en Iztapalapa, recuerda cómo durante semanas recibió hasta 10 llamadas diarias por una deuda que había olvidado con una tienda departamental.

"Al principio me sentía intimidado. Me decían que podían embargarme. Después investigué, llamé a Profeco y me di cuenta de que estaban violando la ley", cuenta.

Como Ernesto, miles de mexicanos reciben llamadas o cartas de despachos de cobranza sin saber que existen límites legales sobre lo que estos intermediarios pueden hacer.

¿Qué es realmente un despacho de cobranza?

Se trata de empresas contratadas por bancos, tiendas departamentales o financieras para cobrar deudas. No son autoridades judiciales, ni tienen poder para embargarte, pero sí pueden negociar reestructuras o acuerdos de pago.

El problema es que no todos los despachos se apegan a la ley, y ahí es donde surgen los abusos.

¿Quién los regula?

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) es la entidad encargada de supervisarlos y sancionarlos. Si un despacho te hostiga o actúa fuera de lo permitido, la empresa que lo contrató es la responsable directa, y puede enfrentar sanciones económicas.

¿Qué no pueden hacer estos despachos?

A pesar de lo que algunos agentes puedan sugerir, existen límites muy claros. No pueden:

Llamarte fuera del horario de 7:00 a 22:00 horas.

Contactar a tus vecinos o familiares (salvo que sean avales o deudores solidarios).

Usar un lenguaje ofensivo, amenazante o humillante.

Hacerse pasar por autoridades judiciales.

Difundir tu deuda en redes sociales, carteles o medios públicos.

Colocar anuncios en tu domicilio o trabajo.

Enviarte correspondencia que revele tu deuda desde el sobre.

Llamarte desde números ocultos.

Recibir pagos directamente. Siempre debes pagarle a la entidad con la que contrataste el crédito.

Antes de llamarte, deben cumplir con ciertas condiciones

Un despacho de cobranza no puede actuar por su cuenta sin respaldo. Antes de cualquier llamada o contacto, están obligados a:

Tener una constancia real de que existe un adeudo.

Identificarse plenamente y decir de parte de qué empresa llaman.

Desglosar el monto que estás debiendo (intereses, capital, comisiones).

Operar solo en los horarios permitidos.

Entregar documentos claros de cualquier negociación.

¿Y después de pagar?

Una vez que saldas tu deuda, exige una carta finiquito. Es tu comprobante legal de que ya no debes nada. Además, deben actualizar tu historial en el Buró de Crédito, algo que suele olvidarse y puede perjudicarte si no se gestiona correctamente.

¿Puedo ignorar las llamadas?

Sí, puedes. No estás obligado a contestar, y mucho menos a negociar bajo presión. Pero lo más recomendable es que, si tienes la capacidad, contactes directamente a la tienda o banco, no al despacho.

Así evitarás malos entendidos y posibles abusos.

¿Dónde denunciar?

Si has vivido alguna de estas prácticas, la Profeco puede ayudarte. Puedes comunicarte al:

55 5568 8722 en Ciudad de México

800 468 8722 en el resto del país

Horarios: lunes a viernes de 9:00 a 19:00; fines de semana y días festivos de 10:00 a 18:00.

En medio del estrés financiero, es fácil caer en el miedo o la desesperación. Pero recuerda: la ley te protege. Un despacho de cobranza no puede tratarte como delincuente, ni amenazarte, ni exhibirte públicamente. Si te sientes presionado, haz una pausa, respira, infórmate con la Revista del Consumidor de Profeco y actúa con calma. Como bien dice Ernesto: “Lo más importante es que uno entienda que ser deudor no significa ser culpable. Yo no me escondí, enfrenté la deuda... pero ahora sé que tengo derechos”.

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