Los millennials y la generación Z enfrentan uno de los mayores desafíos financieros de las últimas décadas (o esa esa la idea): construir una pensión digna en un sistema que cambió radicalmente respecto al de sus padres.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), quienes nacieron a partir de 1980 podrían enfrentar una vejez precaria si no comienzan a ahorrar de forma inmediata.
En México, la reforma al sistema de pensiones de 1997 modificó las reglas del juego para millones de trabajadores. Desde entonces, la jubilación dejó de calcularse con base en los últimos salarios del trabajador para convertirse en una cuenta individual en una Afore, cuyo monto final depende directamente del ahorro acumulado a lo largo de la vida laboral.
La mayoría de los millennials y centennials solo podrán aspirar a una pensión equivalente al 30% de su último salario si no realizan aportaciones voluntarias.
En otras palabras, si al momento de retirarse ganan 15,000 pesos al mes, su pensión sería de apenas 4,500 pesos mensuales, una cifra que difícilmente cubrirá los gastos básicos en la vejez.
PensionISSSTE lanzó una advertencia clara y directa: “Si no ahorras, tendrás que vivir con 70 pesos al día”. Esta cifra, basada en cálculos reales del sistema de pensiones vigente, refleja el ingreso diario estimado para quienes no complementen sus aportaciones obligatorias.
Esta situación se agrava en un entorno donde los jóvenes enfrentan empleos informales, bajos sueldos, pocas prestaciones y una falta generalizada de educación financiera. De acuerdo con la Condusef, más del 60% de los millennials no saben en qué Afore están registrados y solo un pequeño porcentaje hace aportaciones voluntarias.
Pese al panorama preocupante, la Condusef enfatiza que aún se está a tiempo de actuar. El organismo ha lanzado campañas como #MejoraTuFuturo para motivar a los jóvenes a tomar el control de su retiro. El primer paso es conocer su situación actual: saber en qué Afore están, cuánto tienen acumulado y qué rendimiento ofrece su administradora.
Después, recomienda establecer metas de ahorro voluntario. Con pequeñas aportaciones desde 100 pesos mensuales, es posible mejorar significativamente la pensión futura gracias al interés compuesto. El tiempo juega a favor de los más jóvenes, ya que mientras más años se mantenga una estrategia constante de ahorro, mayores serán los beneficios.
También es importante realizar simulaciones de pensión a través de herramientas digitales que ofrecen tanto la Condusef como las Afores, lo cual permite visualizar distintos escenarios y tomar decisiones informadas.
La falta de educación financiera entre las generaciones jóvenes es uno de los grandes retos. Muchos aún no comprenden cómo funciona su cuenta de retiro ni el impacto de sus decisiones de gasto actuales en su calidad de vida futura.
La Condusef insiste en que no se trata solo de ahorrar, sino de desarrollar hábitos financieros saludables. Esto implica llevar un control de ingresos y egresos, evitar el endeudamiento innecesario y priorizar el consumo responsable.
Ahorrar para el retiro no debe verse como un sacrificio, sino como una inversión en el propio bienestar. Cambiar pequeños hábitos de consumo, como reducir gastos hormiga o asignar una parte del ingreso mensual al ahorro antes de gastar, puede marcar una diferencia real a largo plazo.
Los jóvenes que trabajan de manera independiente o en la economía informal no están excluidos del sistema. A través del esquema de incorporación voluntaria al IMSS o mediante aportaciones directas a una Afore, también pueden generar un ahorro para su pensión.
La Condusef promueve activamente estos mecanismos, aunque reconoce que aún falta una mayor difusión y simplificación de los procesos. Para quienes no tienen patrón, la responsabilidad es aún mayor, pues no hay aportaciones tripartitas ni seguridad social automática.
Por ello, el organismo recomienda que los jóvenes emprendedores y freelancers destinen al menos el 10% de sus ingresos mensuales al ahorro para el retiro y que consulten periódicamente el estado de su cuenta individual.
Si bien el contexto económico actual puede parecer poco alentador, la decisión de tener una pensión digna está en manos de cada joven trabajador. Con información clara, disciplina financiera y acciones sostenidas en el tiempo, los millennials y centennials aún pueden revertir un futuro incierto.
La Condusef y organismos como PensionISSSTE coinciden en que cuanto antes se empiece a ahorrar, mejores serán las condiciones al momento del retiro. El desafío es grande, pero también lo es la capacidad de las nuevas generaciones para adaptarse, informarse y tomar el control de su vida financiera.