“¿Por qué si sube el salario mínimo no sube mi sueldo?”, es una de las preguntas que más frecuentemente me hacen. Cada diciembre, el anuncio del aumento al salario mínimo en México para el año siguiente despierta dudas entre millones de trabajadores.
La respuesta está en la Ley Federal del Trabajo (LFT), en la forma en que las empresas estructuran los salarios y en la diferencia entre salario mínimo y salario contractual, dos conceptos que de pronto pueden generarnos cierta confusión.
Hoy te explico todo respecto a este tema, con datos de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), Presidencia y reportes económicos recientes.

El aumento al salario mínimo establece el piso legal obligatorio que ninguna empresa puede pagar por debajo de una jornada completa. Este monto lo fija cada año el Consejo de Representantes de Conasami y se aplica de manera automática en todo el país.
Este miércoles 3 de diciembre, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que, en acuerdo con el sector obrero y patronal, y en beneficio de 8.5 millones de personas trabajadoras, el salario mínimo general tendrá un incremento del 13 por ciento a partir del 1 de enero de 2026.
De 315.04 pesos diarios a nivel general, lo que representa 9 mil 582.47 pesos mensuales y de 5 por ciento en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) para quedar en 440.87 pesos diarios y en 13 mil 409.80 pesos mensuales.
Pero este ajuste solo beneficia de forma directa a trabajadores formales que ganan exactamente el mínimo o estaban por debajo. Para el resto de la fuerza laboral, el aumento no implica cambios automáticos.
La LFT establece que todas las empresas deben garantizar que ningún trabajador gane menos del salario mínimo. Sin embargo, los sueldos superiores se rigen por el salario contractual, que se pacta a través de contratos individuales, contratos colectivos, políticas internas, tabuladores y escalafones, así como prestaciones y compensaciones.
El aumento al salario mínimo no modifica estos acuerdos. La ley no contempla un “salto automático” para los salarios que ya están arriba del nuevo mínimo.
En México, los sueldos medios y altos dependen de factores internos, como responsabilidades del puesto, productividad, antigüedad, evaluaciones de desempeño y resultados financieros y presupuestales.
Por ello, cuando Conasami anuncia el nuevo salario mínimo, las empresas solo están obligadas a corregir los sueldos que queden por debajo del piso legal.
El resto de la estructura salarial permanece igual, salvo que la compañía decida hacer ajustes voluntarios o derivados de revisiones internas.
En México no hay un mecanismo que obligue a subir toda la escala salarial cuando sube el salario mínimo. Aunque el mínimo crece aceleradamente como política pública, esto no arrastra automáticamente los sueldos medios o profesionales.
El aumento protege a los trabajadores de ingresos más bajos, pero no garantiza incrementos a salarios intermedios o altos.
El incremento impacta a trabajadores que:
Ganan exactamente un salario mínimo.
Estaban por debajo del salario mínimo (el empleador debe corregir de inmediato).
Tienen contratos donde el salario base está indexado al salario mínimo, algo común en ciertos sindicatos.
Trabajan en esquemas informales donde el pago diario toma como referencia el mínimo vigente.
Este grupo recibe el aumento de manera inmediata y automática cuando entra en vigor la modificación.
De acuerdo con el documento Efecto de la Nueva Política de Salarios Mínimos en la Brecha Salarial de Género, publicado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Conasami, la Nueva Política de Salarios Mínimos aplicada en México desde 2019 redujo de manera importante la brecha salarial de género, especialmente entre las mujeres con menores ingresos, según datos del IMSS analizados por Conasami.
Entre 2019 y 2022, los incrementos al salario mínimo disminuyeron la brecha en 20%, ya que el salario mínimo elevó más el salario promedio de las mujeres que el de los hombres. En 2022, por ejemplo, el aumento del salario mínimo impulsó el salario de las mujeres en 7.7%, frente a 6.6% en el caso de los hombres, debido a que una mayor proporción de mujeres se encuentra en los rangos más bajos de ingresos.
El estudio también muestra que el impacto más fuerte se concentró en los municipios del primer decil de ingresos, donde la brecha salarial se redujo 55.5%, mientras que en niveles medios y altos de ingreso el efecto fue menor y en algunos casos no significativo.
Aunque el salario mínimo aumentó más los ingresos de mujeres en la Zona Libre de la Frontera Norte, esto no generó diferencias estadísticamente relevantes respecto al resto del país en términos de reducción de la brecha.
Por ello, los aumentos al salario mínimo han sido un instrumento efectivo para mejorar la equidad salarial en la base laboral, pero aún se requieren políticas adicionales para cerrar la brecha en los estratos de ingresos medios y altos.
La Ley Federal del Trabajo no obliga a un aumento anual para quienes ganan por encima del mínimo. Eso depende de los factores arriba mencionados, que vale la pena tener presentes: revisión contractual, negociaciones individuales, contratos colectivos, evaluaciones de desempeño y situación financiera de la empresa.
Por eso, si tu salario ya supera el mínimo, tu empleador no está obligado legalmente a aumentarlo cuando Conasami anuncia un nuevo monto.
Si percibes que tu sueldo quedó rezagado respecto al mercado o tus responsabilidades, estas acciones pueden ayudarte:
1. Solicitar revisión anual del contrato.
Muchas empresas lo permiten, pero los trabajadores no suelen pedirlo formalmente.
2. Documentar logros y nuevas responsabilidades.
Demostrar valor mejora las posibilidades de ajuste.
3. Consultar salarios de mercado.
Comparar sueldos en tu mismo sector puede ayudarte a negociar con mayor claridad.
4. Negociar prestaciones si el aumento no es posible.
Vales, bonos, días adicionales, seguro médico o capacitaciones suelen ser alternativas.
5. Evaluar oportunidades externas.
En sectores como tecnología, logística y salud, los tabuladores se actualizan con mayor frecuencia.
No. Solo deben ajustarse los sueldos que queden por debajo del nuevo mínimo. El resto depende de acuerdos internos.
2. ¿Mi empresa puede mantener mi sueldo sin aumentarlo durante años?
Sí, siempre que se mantenga por encima del salario mínimo y se respeten las condiciones contractuales.
3. ¿Qué pasa si gano menos del salario mínimo?
El empleador está obligado a corregir tu salario de inmediato, según la LFT.
4. ¿Los contratos colectivos sí pueden subir automáticamente con el mínimo?
Algunos sí. Depende de si el tabulador sindical está indexado al salario mínimo.
Puedes consultar tabuladores de plataformas de empleo, cámaras empresariales o informes salariales recientes.
Te dejo este recurso: Tablas de Salarios Mínimos Generales y Profesionales, vigentes a partir del 1 de enero de 2026, https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/1041076/Tabla_de_Salarios_M_nimos_2026.pdf.
En resumen, el salario mínimo sube cada año porque el Gobierno actualiza el piso legal obligatorio que deben pagar las empresas. Sin embargo, si un trabajador ya gana más que el mínimo, la ley no obliga a que su sueldo aumente. Los incrementos automáticos solo aplican a quienes ganan el mínimo o a contratos que lo tengan indexado. Para el resto, los aumentos dependen de negociaciones internas, contratos, desempeño y políticas salariales de cada empresa. Acerca del autor: Javier Ramírez es periodista financiero especializado en economía circular, IA, negocios e inversiones; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.