Para miles de pensionados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los gastos imprevistos o las emergencias médicas pueden desbalancear cualquier presupuesto. Pensando en ellos, el Instituto permite solicitar préstamos personales a cuenta de la pensión a quienes se jubilaron bajo la Ley del Seguro Social de 1973, siempre que cumplan ciertos requisitos y lo hagan con entidades financieras autorizadas.
Esta modalidad representa una oportunidad para obtener liquidez sin arriesgar los ingresos mensuales ni caer en créditos abusivos. Eso sí, existen límites muy claros para evitar endeudamientos excesivos y proteger el monto de la pensión.
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¿Quiénes pueden acceder a este préstamo?
El IMSS establece que pueden solicitar el préstamo los pensionados por Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, Invalidez y Vida o Riesgos de Trabajo siempre que la pensión sea definitiva y se encuentre vigente. También es necesario que la persona cuente con al menos tres meses de antigüedad disfrutando de la pensión, y que hayan pasado tres meses desde el último préstamo si ya se solicitó uno previamente.
Por otro lado, no todos los pensionados pueden acceder al beneficio, quedan fuera quienes:
- Reciben pensiones alimenticias
- Reciben pensiones por incapacidad permanente provisional
- Reciben pensiones por invalidez temporal
Esta exclusión busca garantizar que el préstamo se otorgue únicamente a quienes tienen estabilidad económica y un ingreso regular asegurado.
Condiciones y límites del préstamo
Uno de los puntos más importantes es que el descuento mensual por el préstamo nunca puede exceder el 30% del monto total de la pensión. Además, tras aplicar ese descuento, el monto restante no puede ser menor al promedio de las pensiones garantizadas, que equivale aproximadamente a un salario mínimo para personas de 60 años o más, según la tabla del artículo 170 de la Ley del Seguro Social vigente.
Otro aspecto positivo es que las instituciones no pueden cobrar comisiones por pagos anticipados o por liquidar antes del plazo establecido. Esto le da flexibilidad a los pensionados que logran reunir el dinero antes del vencimiento.
¿Cómo solicitarlo paso a paso?
Para tramitar el préstamo, el pensionado debe acudir a su Unidad de Medicina Familiar o a la Subdelegación del IMSS en el área de Prestaciones Económicas, de 8:00 a 15:00 horas. Solo se necesita presentar una identificación oficial vigente con fotografía y firma, en original y copia.
Una vez autorizado el préstamo, la entidad financiera entrega al beneficiario un contrato y una Carta de Libranza. Este documento incluye el monto solicitado, el descuento mensual, el plazo, el Costo Anual Total (CAT) y las firmas correspondientes. El depósito del dinero debe realizarse en un plazo máximo de cinco días hábiles directamente en la cuenta donde el pensionado recibe su pensión.
Es importante tener en cuenta que si se cambia de cuenta bancaria para recibir la pensión, el pensionado deberá esperar tres meses antes de poder solicitar nuevamente un préstamo bajo esta modalidad.
Precauciones y recomendaciones
Antes de firmar cualquier contrato, el IMSS recomienda comparar las condiciones ofrecidas por cada entidad financiera con convenio vigente, ya que los intereses y plazos pueden variar. También es fundamental leer con calma la Carta de Libranza y conservar una copia, ya que es el documento legal que respalda el acuerdo.
Evita recurrir a intermediarios o gestores que prometan acelerar el trámite o conseguir “mejores tasas”. Todos los préstamos deben gestionarse directamente ante el IMSS o la entidad financiera autorizada. Acerca de la autora: Itzel Navarrete es periodista financiera apasionada por el poder de las palabras y la creatividad; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.
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