Leo en Internet preguntas interesantes del estilo "¿Cuánto puedo depositar en efectivo en 2025 en México?, ¿Qué depósitos bancarios revisa el SAT? y ¿Qué poner en concepto de transferencia para no tener problemas con el SAT?".
Con la digitalización de los movimientos financieros, la autoridad fiscal mexicana intensifica la vigilancia sobre los flujos de dinero, enfocándose en detectar ingresos no declarados, discrepancias fiscales y posibles actos de evasión.
El SAT establece que todos los depósitos en efectivo superiores a 15,000 pesos mensuales deben ser reportados por los bancos. Esto incluye tanto moneda nacional como extranjera.
Si recibes efectivo por más de esa cantidad en tu cuenta bancaria personal, el banco está obligado a notificarlo mediante la Declaración Mensual de Depósitos en Efectivo, a más tardar el día 10 del mes siguiente.
Este tipo de depósitos en efectivo sigue siendo uno de los principales focos de atención del SAT, ya que no dejan rastros digitales fáciles de auditar como las transferencias electrónicas.
No se incluyen en este umbral las transferencias SPEI ni los cheques, por lo que solo se considera el efectivo depositado directamente en ventanilla o cajero.
Sí, aunque las transferencias electrónicas (SPEI o TEF) no son reportadas automáticamente por los bancos como los depósitos en efectivo, sí pueden ser investigadas si se detectan inconsistencias con los ingresos que tú declaras.
Por ejemplo, si eres asalariado y tus ingresos mensuales son de 20,000 pesos, pero estás recibiendo 70,000 pesos en transferencias mensuales de diferentes personas, el SAT puede iniciar una auditoría para conocer el origen de ese dinero.
Esto es especialmente relevante para quienes reciben pagos por servicios o productos sin emitir facturas.
Las transferencias bancarias son rastreables, y si no están respaldadas por comprobantes fiscales digitales (CFDI), podrían considerarse ingresos no declarados, generando consecuencias fiscales.
En 2025, el SAT mantiene una vigilancia especial sobre transferencias internacionales, sobre todo si se hacen de forma frecuente y con montos altos. Esto aplica tanto para personas físicas como para negocios que operan con cuentas en el extranjero.
Si recibes remesas o transferencias de familiares en el extranjero, no te preocupes: estas no generan impuestos si puedes justificar que son donaciones familiares y no ingresos por actividades económicas.
Aun así, se recomienda contar con documentos que acrediten el parentesco y el motivo del envío.
Aunque algunas operaciones no están sujetas a impuestos, sí deben ser justificadas ante la autoridad fiscal en caso de auditoría. Algunos ejemplos comunes son:
Transferencias entre cuentas propias. Aun si mueves dinero entre tus cuentas en diferentes bancos, conviene que los movimientos estén etiquetados claramente para evitar malinterpretaciones.
Transferencias entre familiares directos, como padres, hijos o hermanos. No pagan impuestos, pero puedes documentarlas mediante contratos de donación o cartas simples si los montos son altos o recurrentes.
Pagos por ventas de artículos usados o servicios sin facturación, como freelancers o vendedores informales. Aunque no estés registrado ante el SAT, el dinero que recibes puede considerarse ingreso gravable si no se aclara su origen.
El SAT utiliza sistemas de inteligencia fiscal y cruces de información para detectar señales de alerta, como:
Ingresos depositados que no coinciden con lo declarado en tu declaración anual.
Frecuencia inusual de movimientos bancarios, aunque no superen los 15,000 pesos.
Uso de conceptos ambiguos como "donativo", "préstamo" o "transferencia personal" en transferencias bancarias.
Si detecta alguna irregularidad, el SAT puede enviarte una carta invitación, requerimiento o incluso iniciar una auditoría directa, lo que podría derivar en multas, recargos e incluso sanciones penales si se detecta evasión intencional.
Si quieres mantener tu situación fiscal en regla y evitar dolores de cabeza, sigue estos consejos:
Sí, aunque el banco no lo reporta automáticamente, el SAT puede detectar patrones anómalos si haces varios depósitos pequeños con frecuencia.
Sí, siempre que se pueda acreditar el parentesco directo. De todos modos, se recomienda respaldarlas con algún documento sencillo.
Podrías ser sujeto de una auditoría y tener que pagar impuestos omitidos, además de multas y recargos. En casos graves, podrías enfrentar sanciones legales.
En México, el SAT no solo investiga grandes cantidades de dinero, sino cualquier movimiento que parezca no estar alineado con tus declaraciones fiscales. En 2025, la fiscalización es más digital, más inteligente y más implacable. Ser precavido, declarar lo necesario y documentar tus operaciones puede evitarte muchos problemas.