Comprar una casa en México no tiene que ser un sueño lejano ni una meta limitada solo a parejas casadas. Gracias al programa Unamos Créditos del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), hoy es posible unir esfuerzos con otra persona, sin importar el tipo de relación que tengan, y adquirir una vivienda que individualmente no podrían alcanzar.
Esta innovadora modalidad de crédito, vigente desde 2020, permite que dos personas (ya sean hermanos, amigos, concubinos o parejas del mismo sexo) sumen sus créditos hipotecarios del Infonavit para comprar juntos una propiedad de mayor valor, con total seguridad jurídica y adaptándose a las nuevas dinámicas sociales del país.

¿Qué es Unamos Créditos?
“Unamos Créditos” es una alternativa que rompe con el modelo tradicional de los créditos hipotecarios. A diferencia de los esquemas anteriores, este programa permite unir créditos sin necesidad de estar casados o en concubinato. Así, dos personas pueden juntar sus recursos y aspirar a una vivienda más amplia, mejor ubicada o de mayor calidad, de forma completamente legal y segura.
El programa está diseñado para atender la realidad de miles de trabajadores que viven en familia con personas no necesariamente cónyuges, o que desean invertir en conjunto con alguien cercano. Es una respuesta directa a la evolución de las estructuras familiares y a la necesidad urgente de vivienda digna en México.
¿Quiénes pueden acceder a Unamos Créditos?
Para poder usar Unamos Créditos:
- Ambos solicitantes deben ser derechohabientes del Infonavit.
- Contar con una relación laboral activa.
- Tener al menos 1,080 puntos cada uno en su precalificación.
- Estar registrados en el portal Mi Cuenta Infonavit.
Ambos deben cumplir los requisitos generales del crédito Infonavit, lo cual incluye:
- Contar con una edad mínima de 18 años.
- No haber usado previamente su crédito Infonavit.
- En caso de que alguno ya haya tenido un crédito, deberá haberlo liquidado en su totalidad y cumplir con el tiempo de espera requerido por el instituto.
Este esquema no está limitado a una sola combinación de personas: pueden ser hermanos, amigos, madre e hija, compañeros de trabajo, parejas heterosexuales o del mismo sexo. Lo importante es que exista confianza y un acuerdo claro entre ambas partes, ya que el crédito se otorga de manera conjunta y solidaria.
¿Cómo funciona la copropiedad?
Una de las características clave de Unamos Créditos es la figura de la copropiedad. Esto significa que ambos titulares del crédito serán dueños legales de la vivienda, en proporción al monto que cada uno aporte al crédito. Si uno aporta el 60 y el otro el 40 por ciento, esa será la proporción de propiedad.
La propiedad compartida queda registrada en el contrato y ante notario, por lo que ambos tienen derechos y obligaciones legales sobre el inmueble. En caso de separación, fallecimiento o desacuerdo, se puede recurrir a las disposiciones legales establecidas para dividir o vender la vivienda.
Este esquema también permite contratar un seguro de vida y protección por incapacidad, lo que brinda mayor tranquilidad a los acreditados. Además, el pago del crédito se calcula de forma proporcional al ingreso de cada persona, lo que permite mantener un equilibrio en las finanzas personales y familiares.
Ventajas económicas de Unamos Créditos
Unamos Créditos representa una estrategia financiera inteligente, sobre todo para quienes desean invertir en una propiedad sin esperar a casarse o sin tener que hacerlo con una sola fuente de ingresos. Al sumar dos créditos, se puede acceder a viviendas con mejores características: mejor ubicación, mayor tamaño, más servicios o cercanía con centros laborales.
Además, se reduce la carga financiera individual, ya que ambos titulares contribuyen al pago del crédito, lo cual puede traducirse en mensualidades más accesibles. Este programa también incentiva la construcción de patrimonio colectivo en una sociedad donde el acceso a la vivienda digna es un reto.
Consideraciones importantes
Antes de solicitar un crédito conjunto, es fundamental tener acuerdos claros entre las personas que compartirán el crédito. Aunque la ley protege los derechos de ambos copropietarios, es recomendable establecer por escrito acuerdos adicionales que definan qué ocurrirá en caso de que uno de los acreditados quiera vender su parte o deje de pagar.
También es importante evaluar la capacidad de pago conjunta y considerar los gastos adicionales como notario, escrituras, avalúos o mantenimiento de la propiedad.