1Fit llegó a México con una propuesta atractiva: por una membresía mensual, los usuarios podían acceder a sin necesidad de comprometerse con uno solo.

El modelo parecía ideal para quienes buscan flexibilidad, variedad y ahorro en sus rutinas de ejercicio, especialmente en grandes ciudades como Guadalajara y , donde el estilo de vida urbano demanda soluciones prácticas.

Sin embargo, a finales de abril de 2025, la aplicación cerró operaciones en el país de forma abrupta y dejó a miles de usuarios sin servicio y sin reembolso. Lo que comenzó como una innovación tecnológica en el mundo del fitness, terminó convertido en un escándalo de proporciones nacionales.

Usuarios de 1Fit México sin acceso a servicios tras el cierre inesperado de la aplicación (Foto: IA)
Usuarios de 1Fit México sin acceso a servicios tras el cierre inesperado de la aplicación (Foto: IA)

Las acusaciones de fraude no tardaron en llegar

Usuarios, influencers y medios locales denunciaron públicamente que la empresa no solo dejó de brindar el servicio sino que incurrió en una posible estafa al seguir vendiendo membresías días antes del cierre definitivo.

Se calcula que los afectados podrían ascender a más de 10 mil personas en todo el país, aunque no hay cifras oficiales confirmadas por la Profeco.

Algunos testimonios indican que los cobros continuaron incluso después del colapso de la app, lo que agrava la situación financiera y jurídica de la empresa. Por su parte, la firma aún no ha emitido un comunicado formal que aclare su situación legal ni ofrece garantías sobre el destino de los fondos de los clientes.

Que paso con los gimnasios afiliados

El modelo de negocio de 1Fit se basaba en pagar a los gimnasios una cantidad fija por cada entrada registrada por los usuarios. Sin embargo, desde marzo los pagos dejaron de realizarse.

Esto afectó económicamente a pequeñas y medianas empresas del sector fitness, muchas de las cuales se vieron obligadas a terminar su relación con la plataforma.

Algunos propietarios afirmaron que el impago de 1Fit representó pérdidas importantes en sus ingresos mensuales, especialmente para aquellos que dependían en gran medida del flujo de clientes que llegaban a través de la app.

El caso evidencia los riesgos de depender de intermediarios digitales sin garantías legales claras o contratos sólidos que respalden las obligaciones financieras.

¿Cómo recuperar el dinero?

Para quienes pagaron con tarjeta bancaria, también existe la posibilidad de iniciar un proceso de contracargo con su banco, aunque esto dependerá de los términos de cada institución financiera. En redes sociales han comenzado a surgir grupos de afectados que buscan organizarse para presentar una denuncia colectiva.

Sin embargo, la ausencia de representantes legales visibles de la empresa en México complica el camino legal para exigir reembolsos o compensaciones.

Se recomienda guardar toda la evidencia posible, como comprobantes de pago, capturas de pantalla y comunicaciones previas con la app, para respaldar cualquier proceso de reclamación.

Lecciones del caso 1Fit

Este escándalo pone sobre la mesa la necesidad urgente de una mayor regulación para las plataformas digitales que ofrecen servicios de suscripción.

Aunque la digitalización ha traído beneficios en diversos sectores, también ha abierto la puerta a modelos de negocio con bajo control legal que pueden desaparecer de un día para otro, dejando desprotegidos tanto a consumidores como a aliados comerciales.

En este caso, la falta de transparencia financiera, la desaparición sin previo aviso y la imposibilidad de contacto con la empresa, son elementos que configuran un patrón de posible fraude que deberá ser investigado por las autoridades.

El caso 1Fit se suma a una lista creciente de plataformas digitales que colapsan por mala administración, falta de liquidez o intenciones fraudulentas, lo que debería encender alertas entre consumidores y reguladores.

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