Imagínate que después de una mala racha decides no salir, no pedir comida a domicilio, no renovar tus plataformas de streaming y guardar cada peso como si fuera oro.
No por tacañería, sino por empoderamiento. Pues así, con ese espíritu casi guerrillero, nació la tendencia del "ahorro por venganza" o "revenge saving", como se le conoce en inglés.
Esta corriente nació en Estados Unidos como una especie de revancha emocional ante el exceso de consumismo pospandemia, el miedo al desempleo o simplemente las malas decisiones financieras de años anteriores.
Y aunque empezó del otro lado del mundo, ya está resonando fuerte en países como México y España.

¿Cómo funciona esta “venganza”?
A diferencia del típico plan de ahorro basado en presupuestos fríos y hojas de Excel, el ahorro por venganza tiene un trasfondo emocional. Es una especie de "castigo" al estilo de vida que nos llevó a endeudarnos, a vivir con ansiedad o a sentir que el dinero se nos escapa sin saber cómo.
En lugar de caer en compras impulsivas para llenar vacíos emocionales o seguir el ritmo de un estilo de vida artificial que no te puedes permitir, esta tendencia propone decirle no a todo lo que no es necesario, de forma radical. Nada de salir a cenar “por no dejar”, nada de renovar el plan familiar de Netflix que nadie usa o seguir pagando ese gimnasio que visitas dos veces al año.
Se trata de un cambio de chip: ahorrar no solo como un objetivo económico, sino como un acto de liberación personal, como una forma de tomar control sobre tu vida y tus finanzas.
¿Por qué se ha puesto de moda?
Hay dos grandes razones detrás de esta ola ahorradora con tintes rebeldes. La primera, según destaca Yahoo Noticias, es que muchas personas se sintieron presionadas a gastar de más tras la pandemia, cuando todo el mundo hablaba de viajes, conciertos, vida social y “recuperar el tiempo perdido”.
La segunda razón es más emocional: el hartazgo, tanto con las deudas como con el consumismo sin sentido. Después de gastar tanto en cosas que no mejoraron su calidad de vida, ahora muchas personas buscan darle un giro radical a su manera de relacionarse con el dinero.
Además, el contexto económico global (con inflación, pérdida de poder adquisitivo y empleos cada vez más inestables) ha llevado a que mucha gente opte por esta vía no solo como una moda, sino como una medida de supervivencia inteligente.
Consejos prácticos para unirte al "revenge saving"
De acuerdo con los consejos publicados por Money Talks News, hay formas efectivas y sencillas de entrarle al ahorro por venganza sin sufrir en el intento:
- Revisa cada suscripción y elimina las que no usas de verdad. Muchas veces pagas por plataformas que ni abres.
- Lleva un registro de tus pequeños gastos diarios. Lo que parece “poquito” se vuelve un agujero negro si no lo controlas.
- Evita las compras emocionales: date 24 o 48 horas antes de comprar algo que no sea esencial.
- Cocina en casa y lleva lunch al trabajo. Suena básico, pero el ahorro real es brutal.
- Ponle nombre a tus metas: "Mi fondo para mudarme", "Mi viaje con mamá", "Salir de deudas". Eso te motiva a seguir.
¿Ahorrar por enojo? ¿Y si mejor lo vemos como autocuidado?
Aunque el nombre suena agresivo, la idea detrás del “ahorro por venganza” no es vivir amargado o en carencia, sino empezar a poner límites financieros saludables, especialmente cuando el gasto se ha vuelto un reflejo automático.
Es una forma de autocuidado, de decir “ya estuvo” a vivir con el dinero contado, a endeudarse por presión social o a gastar solo por aparentar. Ahorrar, en este caso, se convierte en un acto de amor propio, de inteligencia emocional y también de rebeldía bien encauzada.
Y si al final del camino terminas con menos estrés, más dinero guardado y un propósito más claro, entonces la venganza se habrá servido… fría, pero con intereses.
¿El ahorro por venganza es una técnica financiera o una moda pasajera?
Aunque tiene tintes de tendencia, su trasfondo emocional y su enfoque práctico pueden convertirlo en un estilo de vida financiero sostenible si se adapta con consciencia.
¿Quiénes aplican más este tipo de ahorro?
Personas que han atravesado crisis económicas, rupturas personales, problemas de consumo impulsivo o simplemente están hartas de no llegar a fin de mes.
¿Cómo empiezo a ahorrar así si vivo al día?
No necesitas ganar mucho, solo hacer pequeños cambios: cancelar gastos hormiga, priorizar tus metas y controlar las emociones que te hacen gastar sin pensar.
¿Se trata de dejar de vivir o de vivir mejor?
De vivir mejor. El enfoque no es limitarte hasta el sufrimiento, sino gastar con intención y tener más control sobre lo que haces con tu dinero.
¿Qué diferencia hay con el ahorro tradicional?
El ahorro tradicional se enfoca en metas racionales y planeadas. El ahorro por venganza parte de una reacción emocional, pero bien canalizada, que puede volverse incluso más poderosa y efectiva. Acerca de la autora: Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad; escribe sobre finanzas personales en DeDinero.