¿Te ha pasado que recibes un mensaje de texto o una llamada y la persona al otro lado sabe tu nombre completo? ¿Te sorprende que incluso mencionan tu dirección, tu CURP o el nombre de tu banco? No estás solo.
Cada vez son más los mexicanos que enfrentan esta situación, preguntándose cómo es que los estafadores obtienen información tan personal sin que tú la hayas compartido directamente.
La respuesta está en lo que haces todos los días, en lo que compartes sin darte cuenta y en la falta de protección que muchas veces hay en sitios donde confiamos ciegamente.

¿Cómo obtienen datos los estafadores?
Gran parte de los datos que utilizan los ciberdelincuentes no provienen de complejos ataques cibernéticos, sino de filtraciones masivas de bases de datos, combinadas con información que nosotros mismos dejamos expuestas.
Llenar encuestas en línea, participar en trivias por redes sociales o registrarse en sitios poco confiables sólo para acceder a un descuento puede ser suficiente para entregar información sin saberlo, tu nombre, número telefónico y hasta tu fecha de nacimiento.
Estas prácticas aparentemente inocentes son una mina de oro para los estafadores. Muchas empresas recopilan datos personales sin notificar cómo los almacenan o protegen. Si esos datos son vendidos o se filtran, terminarán en bases que circularán por la red e incluso se comercializarán en el mercado negro.
Lo más preocupante es que, muchas veces, estos registros incluyen detalles como el número de seguridad social, el INE o los datos bancarios, que pueden ser usados para suplantar tu identidad, pedir créditos a tu nombre o realizar fraudes por WhatsApp y llamadas telefónicas.
Cuidado con las redes sociales
Otro aspecto que destaca es que las redes sociales se han convertido en herramientas perfectas para que los delincuentes armen un perfil detallado de sus víctimas. Si tienes tu perfil público o compartes información como tu ubicación, lugar de trabajo o cumpleaños, estás facilitando el trabajo de quienes buscan engañarte.
Phishing
Los expertos señalan que una técnica muy común es el phishing , que consiste en el envío de correos electrónicos o mensajes que aparentan provenir de bancos, instituciones oficiales o empresas reconocidas.
Estos mensajes suelen incluir tu nombre real, lo que genera confianza y hace más probable que hagas clic en un enlace falso o respondas con más información personal.
Lo mismo ocurre con llamadas donde te alertan de un supuesto cargo no reconocido o un premio que te ganaste, todo con la finalidad de que “verifiques” tus datos o compartas tu NIP, clave o contraseña.
Smishing
También existe el smishing, que es la versión del phishing pero a través de mensajes SMS, donde los delincuentes simulan alertas de seguridad, promociones o informes de paquetería. Muchas veces el remitente parece legítimo y el lenguaje es profesional, lo que hace que las víctimas bajen la guardia.
Lo que pocos saben es que al dar clic en un enlace sospechoso, se pueden activar permisos para que los atacantes accedan a la libreta de contactos, mensajes o datos bancarios guardados en el teléfono.
Las fuentes también indican que existen aplicaciones móviles que, al instalarse, solicitan permisos innecesarios, como acceder a tus llamadas, contactos o ubicación en tiempo real.
En muchos casos, los usuarios aceptan sin leer, entregando el control total de su información sin saberlo. Este tipo de aplicaciones suelen estar disfrazadas de herramientas, juegos o servicios de entretenimiento gratuitos.
¿Qué puedes hacer para protegerte?
- Evitar compartir tus datos en redes sociales o sitios no oficiales, por atractivas que sean las promociones.
- Verifica que las páginas donde ingresas tu información tengan protocolos de seguridad como el “https” en la barra del navegador.
- Revisa los permisos que concede a las aplicaciones que descargas y desinstala las que ya no usas o no sean confiables.
- Activa la verificación en dos pasos en tus cuentas bancarias y redes sociales, para agregar una capa extra de protección.
Finalmente, recuerda que ninguna institución legítima te pedirá claves o información confidencial por mensaje o llamada. Si recibes una solicitud de este tipo, cuelga, no respondas y reporta el número. En México, puedes hacer denuncias en la Guardia Nacional o en la plataforma oficial de la Condusef en https://www.gob.mx/condusef.