Hace unos años se volvieron tendencia unos juguetes conocidos como “”, los cuales fascinaron a cientos de niños en todo el mundo; algunos especialistas de la salud aseguraron que estos productos ayudaban a estudiantes y trabajadores a la liberación del estrés, sin embargo, también fueron considerados como peligrosos en países como Estados Unidos e Inglaterra.

Ahora bien, hace unos años, en el programa de, se presentó Fabian Valenzuela, un ingeniero con una idea de negocio que involucraba a los spinners: su idea fue la de agregarle un accesorio al “fidget spinner” para que este pudiese rodar.

Aunque a Fabián le resultó un proyecto innovador, este no tuvo el visto bueno de los tiburones, quienes lo destruyeron por completo, ya que había invertido todos sus ahorros en una carrera sin utilidad, e hicieron que el supuesto inventor se dedicara a otra cosa.

De los fidget spinners al chindogu: los inventos inútiles que se volvieron íconos del ingenio japonés. (Foto: Captura de pantalla)
De los fidget spinners al chindogu: los inventos inútiles que se volvieron íconos del ingenio japonés. (Foto: Captura de pantalla)

Cosas que inventas pueden cobrar otro sentido en la sociedad japonesa y ser declarado un chindogú

Este no es el único caso de ideas que surgieron a través del consumismo y que se quedaron como inventos obsoletos. En 1980, el japonés Kenji Kawakami lanzó un catálogo en el que reunió inventos sin ninguna utilidad, conocidos como “”, los cuales te presentamos en esta ocasión en DeDinero.

Durante la década de los 80, Kawakami trabajaba como editor en una revista mensual conocida como Mail Order Life, un catálogo de compras dirigido a las amas de casa japonesas. Aprovechando el espacio que había en dicho catálogo, Kenji decidió mostrar una variedad de creaciones conocidas como Chingodu (inventos inútiles o herramientas extrañas).

Tras algunas publicaciones, los lectores le pidieron más ideas como las publicadas, haciendo que estas fueran el elemento principal de la gaceta. Y es que Kenji buscaba con cada una de estas ideas criticar el materialismo que se vivía en esa época, mencionando que todo lo que se inventaba se convertía en mercancía.

Algunas de las ideas más populares fueron las siguientes.

A Kenji se le ocurrió diseñar unos palillos chinos con un ventilador, para que el proceso de enfriamiento de comida caliente fuera inmediato.

También se le ocurrió adaptar una lupa con la finalidad de que, al exponer un cigarro al aumento del vidrio y aprovechando la luz solar, el tabaco se encendiera.

Al viajar en el Metro o Metrobús, es común quedarse dormido; sin embargo, cuando estos transportes llegan a disminuir su velocidad o frenan, es posible que nos terminemos impactando con el pasajero de enfrente o nos caigamos al pasillo.

Para evitar esta problemática, a Kenji se le ocurrió adaptar un casco con un destapacaños, el cual se fija contra una superficie plana para evitar el movimiento de la cabeza.

Para aquellas mujeres que están aprendiendo a maquillarse o les cuesta trabajo delinearse los labios, este japonés inventó una plantilla que se ajusta a los labios de la persona, para que el delineado con el labial no sobrepase el contorno de los labios.

Con el paso de los años, estas ideas ganaron gran popularidad en Japón, hasta que, a inicios de la década de 1990, se creó la Sociedad Chindōgu.

En ella se establecieron diez principios para determinar qué inventos podían considerarse verdaderos chindōgu, los cuales serían posteriormente publicados en los libros de la organización.

¿Cuáles son los 10 principios para que un invento se considere como chindogu?

De acuerdo con Kenji Kawakami y la sociedad, las creaciones deben cumplir con los siguientes 10 puntos para ser consideradas como chingodu:

  • El invento debe ser casi inútil.
  • Debe existir físicamente, no debe ser solo una idea.
  • El chindogu debe representar la libertad de pensamiento y acción.
  • La utilidad del invento debe ser clara y entendida por todos.
  • No puede estar a la venta.
  • El humor no debe ser el único motivo para la creación del chindogu.
  • El chindogu no es propaganda.
  • No es un tabú.
  • No puede ser patentado.
  • No debe tener prejuicios.

Y ahora que ya conoces el propósito y los lineamientos del chindogu, ¿qué inventos que has visto o has hecho crees que puedan pertenecer a esta filosofía? Acerca del autor: es periodista apasionado por las finanzas personales; escribe todos los días en DeDinero de El Universal.

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