La historia del SAT nació en un contexto turbulento: tras el llamado “error de diciembre” de 1994, una crisis económica que impactó a México con una fuerte devaluación del peso, se impulsaron reformas profundas en la administración pública.
La recaudación de impuestos, hasta entonces dispersa en Hacienda, necesitaba ordenarse y profesionalizarse.
El primer gran paso fue la publicación de la Ley del Servicio de Administración Tributaria el 15 de diciembre de 1995, que formalizó la creación del SAT como un órgano desconcentrado de la SHCP, con autonomía técnica, creado para hacer más eficiente la recaudación y la administración aduanera.
En marzo de 1996 se aprobó la nueva estructura orgánica dentro de Hacienda que sirvió de base para su funcionamiento.
Su operación arrancó oficialmente el 1 de julio de 1997, justo después de que su Reglamento Interior fuera publicado el 30 de junio en el Diario Oficial de la Federación.
Forbes añade una pincelada interesante sobre la historia de los tributos en México: la obligación de pagar impuestos no es nueva.
De hecho, en tiempos prehispánicos ya existía la figura del Calpixque, quien recolectaba tributos para el imperio azteca, labor que hoy podría compararse con la del jefe del SAT.
Desde su fundación y gracias a su reglamento, el SAT comenzó transformándose estructuralmente y también tecnológicamente.
Una de las etapas clave fue el 5 de enero de 2016, fecha en que se publicó el Manual de Organización General, secuenciando sus funciones, estructura interna y estrategia para hacer frente a la política fiscal y aduanera con mayor efectividad.
Hoy, gracias a herramientas como:
Entre otras funciones más, el SAT puede operar en tiempo real, robusteciendo la vigilancia fiscal y agilizando la atención a contribuyentes.
Aunque muchos contribuyentes lo ven con cierto recelo, el SAT cumple una función clave: recauda los recursos que permiten al Estado operar desde escuelas y hospitales hasta carreteras y servicios públicos.
Su papel está respaldado por la Constitución, que establece la obligación de contribuir al gasto público de forma proporcional y equitativa.
Los antecedentes se dieron tras la crisis de 1994, con la publicación de la Ley del SAT el 15 de diciembre de 1995, formalizando su creación como órgano desconcentrado de Hacienda.
Inició funciones el 1 de julio de 1997, tras la publicación de su Reglamento Interior el día antes en el Diario Oficial de la Federación.
Buscaba modernizar y profesionalizar la recaudación fiscal y aduanera, antes dispersa dentro de la SHCP, tras la debacle económica de 1994.
Lejos de ser nuevo, tributos y recaudación existen desde tiempos prehispánicos con figuras como el Calpixque, que cobraba tributos en nombre de los aztecas.
Tras su creación, la publicación del Manual de Organización en 2016 marcó un avance estructural. Además, la digitalización con factura electrónica, buzón tributario y facturación 4.0 lo colocan hoy como una entidad moderna capaz de operar en tiempo real. Acerca de la autora: Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad; escribe sobre finanzas personales en DeDinero.