Muchos todavía dan la vuelta a la idea de emitir facturas electrónicas: que si es complicado, que si el SAT está bien pesado, que si no vale la pena.

Pero la verdad es que , sobre todo si lo que quieres es crecer, operar en regla y acceder a beneficios que solo los negocios formalmente registrados pueden obtener.

Emitir facturas no es solo un requisito fiscal, es una forma de hacer crecer tu negocio (Foto: Canva)
Emitir facturas no es solo un requisito fiscal, es una forma de hacer crecer tu negocio (Foto: Canva)

¿Qué beneficios tiene emitir facturas si tengo un negocio?

Según datos del SAT, todos los contribuyentes tienen derecho a emitir facturas electrónicas, también conocidas como CFDI (Comprobantes Fiscales Digitales por Internet).

Aunque puede sonar técnico, hacerlo no es tan complicado como parece, y los beneficios fiscales y comerciales que trae consigo superan por mucho el esfuerzo inicial.

Facturar no solo te pone en regla con el SAT, sino que abre muchas puertas para hacer crecer tu negocio.

Aquí algunos de los beneficios más importantes:

Te vuelves confiable ante clientes y proveedores

Muchos negocios solo trabajan con empresas o personas físicas que facturan, así que si no lo haces, podrías estar cerrándote oportunidades comerciales sin darte cuenta.

Puedes deducir gastos

Facturar te permite llevar un control fiscal más claro y deducir impuestos por gastos relacionados con tu actividad, lo cual ayuda a reducir tu carga tributaria de forma legal.

Acceso a créditos y financiamiento

Si quieres pedir un préstamo, abrir una cuenta empresarial o tener historial crediticio formal, el SAT pedirá constancia de ingresos y comprobantes. Emitir CFDI es clave para demostrar tu actividad económica.

Participar en licitaciones o vender a gobierno

Si alguna vez te interesa entrarle al mundo de las compras públicas, facturar es requisito indispensable.

Y por si fuera poco, hay un beneficio emocional: la tranquilidad de saber que estás haciendo las cosas bien y que no tienes al SAT respirándote en la nuca.

¿Y si no facturo? Aguas con las multas

Aquí no hay medias tintas. Si tienes un negocio y no estás emitiendo facturas cuando deberías hacerlo, podrías estar cometiendo una infracción fiscal.

Las multas por no emitir facturas en México van desde los 17 mil hasta los 93 mil pesos por cada omisión detectada.

Y no solo se trata de sanciones económicas. No facturar puede ocasionarte bloqueos en plataformas digitales, cancelación de sellos fiscales o incluso dificultades para acceder a beneficios que ofrece el gobierno a pequeños negocios.

Es decir, el costo de no facturar puede salir más caro que hacerlo bien desde el principio.

¿Qué necesito para poder emitir facturas electrónicas?

La buena noticia es que no necesitas ser contador ni tener un software carísimo para poder facturar. Según el portal del SAT en su sección “¿Qué necesito para facturar?”, lo básico es:

  • Estar dado de alta en el RFC como persona física o moral
  • Tener tu e.firma vigente
  • Solicitar tu Certificado de Sello Digital (CSD), que es como tu firma para las facturas
  • Usar un sistema gratuito del SAT o un proveedor autorizado de facturación

Una vez con eso, puedes emitir tus facturas en línea directamente desde la plataforma del SAT, donde puedes gestionar tus comprobantes con diseño más amigable y seguimiento en tiempo real.

Además, si vendes productos o servicios y te los compran personas físicas, estás obligado a emitir factura si te la piden. Y si no te la piden, igual debes hacer el comprobante, pero puedes registrarlo como venta al público en general.

¿Para qué sirven las facturas de compra y venta? No solo para el SAT

Emitir y pedir facturas no solo beneficia al gobierno, también te ayuda como negocio. Los comprobantes fiscales te permiten:

  • Demostrar tus gastos y justificar salidas de dinero
  • Llevar un historial contable que puedes usar para auditorías, préstamos o informes
  • Validar compras y garantizar soporte legal en devoluciones o reclamaciones
  • Identificar deducciones posibles en tu declaración anual

Además, si algún día vendes tu negocio o quieres conseguir inversionistas, tener un historial de facturación ordenado y transparente puede ser la diferencia entre cerrar un trato o perderlo.

Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad. Escribe de finanzas personales en DeDinero.

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