Muchos pequeños negocios y emprendedores en México todavía dan la vuelta a la idea de emitir facturas electrónicas: que si es complicado, que si el SAT está bien pesado, que si no vale la pena.
Pero la verdad es que facturar tiene más ventajas de las que imaginas, sobre todo si lo que quieres es crecer, operar en regla y acceder a beneficios que solo los negocios formalmente registrados pueden obtener.
Según datos del SAT, todos los contribuyentes tienen derecho a emitir facturas electrónicas, también conocidas como CFDI (Comprobantes Fiscales Digitales por Internet).
Aunque puede sonar técnico, hacerlo no es tan complicado como parece, y los beneficios fiscales y comerciales que trae consigo superan por mucho el esfuerzo inicial.
Facturar no solo te pone en regla con el SAT, sino que abre muchas puertas para hacer crecer tu negocio.
Aquí algunos de los beneficios más importantes:
Muchos negocios solo trabajan con empresas o personas físicas que facturan, así que si no lo haces, podrías estar cerrándote oportunidades comerciales sin darte cuenta.
Facturar te permite llevar un control fiscal más claro y deducir impuestos por gastos relacionados con tu actividad, lo cual ayuda a reducir tu carga tributaria de forma legal.
Si quieres pedir un préstamo, abrir una cuenta empresarial o tener historial crediticio formal, el SAT pedirá constancia de ingresos y comprobantes. Emitir CFDI es clave para demostrar tu actividad económica.
Si alguna vez te interesa entrarle al mundo de las compras públicas, facturar es requisito indispensable.
Y por si fuera poco, hay un beneficio emocional: la tranquilidad de saber que estás haciendo las cosas bien y que no tienes al SAT respirándote en la nuca.
Aquí no hay medias tintas. Si tienes un negocio y no estás emitiendo facturas cuando deberías hacerlo, podrías estar cometiendo una infracción fiscal.
Las multas por no emitir facturas en México van desde los 17 mil hasta los 93 mil pesos por cada omisión detectada.
Y no solo se trata de sanciones económicas. No facturar puede ocasionarte bloqueos en plataformas digitales, cancelación de sellos fiscales o incluso dificultades para acceder a beneficios que ofrece el gobierno a pequeños negocios.
Es decir, el costo de no facturar puede salir más caro que hacerlo bien desde el principio.
La buena noticia es que no necesitas ser contador ni tener un software carísimo para poder facturar. Según el portal del SAT en su sección “¿Qué necesito para facturar?”, lo básico es:
Una vez con eso, puedes emitir tus facturas en línea directamente desde la plataforma del SAT, donde puedes gestionar tus comprobantes con diseño más amigable y seguimiento en tiempo real.
Además, si vendes productos o servicios y te los compran personas físicas, estás obligado a emitir factura si te la piden. Y si no te la piden, igual debes hacer el comprobante, pero puedes registrarlo como venta al público en general.
Emitir y pedir facturas no solo beneficia al gobierno, también te ayuda como negocio. Los comprobantes fiscales te permiten:
Además, si algún día vendes tu negocio o quieres conseguir inversionistas, tener un historial de facturación ordenado y transparente puede ser la diferencia entre cerrar un trato o perderlo.
Itzel Navarrete es una comunicóloga apasionada por el poder de las palabras y la creatividad. Escribe de finanzas personales en DeDinero.