En una ciudad como la capital del país, donde la prisa y el estrés son parte del día a día, no parece tan extraño recibir un gesto de ayuda por parte de un desconocido. Pero bajo esa apariencia amable puede esconderse una sofisticada .

La Policía Cibernética ha detectado un nuevo modus operandi llamado “”, un fraude que aprovecha la empatía para ganarse tu confianza y luego despojarte de tus datos bancarios y tu dinero.

Si creías que solo los mensajes sospechosos eran peligrosos, esta nueva modalidad te hará repensar cómo interactúas en la calle.

Autoridades lanzan una alerta por una nueva modalidad de fraude conocida como la estafa del buen samaritano (Foto:Canva)
Autoridades lanzan una alerta por una nueva modalidad de fraude conocida como la estafa del buen samaritano (Foto:Canva)

¿Qué es la estafa del “buen samaritano”?

La estafa del buen samaritano inicia cuando una persona aparentemente solidaria se acerca a ofrecer ayuda a su víctima, generalmente al ver que tiene problemas con su celular, su tarjeta o su cuenta bancaria.

Con una actitud servicial, el estafador sugiere asesorar o apoyar con un trámite, fingiendo conocimientos técnicos o incluso haciéndose pasar por trabajador bancario o asesor.

Este engaño ocurre principalmente en lugares públicos como centros comerciales, estaciones del metro, tiendas de autoservicio y áreas donde es común pagar o utilizar el celular para un servicio.

La víctima, al confiar en la buena voluntad del extraño, le entrega su celular o le permite manipular su dispositivo bajo el pretexto de resolver algún problema.

Una vez con el teléfono en mano, el estafador busca acceder a la banca móvil, transferencias electrónicas o información privada. En algunos casos, también se han reportado situaciones donde, aprovechando un descuido, logran cambiar contraseñas, transferir dinero o vincular cuentas a otras tarjetas.

¿Cómo logran el acceso a tus datos?

La clave del engaño está en el acceso físico al celular. Si la víctima ya tiene abierta una app bancaria o ha guardado contraseñas de forma automática, los delincuentes pueden navegar en segundos por los accesos y realizar operaciones sin levantar sospechas.

Además, algunos usuarios caen en la trampa de dictar contraseñas o confirmar notificaciones, pensando que se trata de un proceso legítimo. En otros casos, los estafadores piden desbloquear el dispositivo para “revisar un error técnico” y, una vez desbloqueado, realizan transferencias inmediatas.

La Policía Cibernética ha identificado que los delincuentes suelen actuar en pareja o en grupo, lo que les permite distraer a la víctima y ejecutar la estafa con mayor rapidez. Esta operación puede durar apenas unos minutos y suele estar planeada con precisión. Lo más grave es que muchas víctimas no se dan cuenta del fraude hasta que ya es demasiado tarde.

¿Por qué es un problema económico?

Más allá de la afectación emocional que implica ser víctima de un fraude, la estafa del buen samaritano tiene consecuencias económicas.

Los bancos no siempre reconocen estos cargos como robos, ya que muchas veces se trata de operaciones “autorizadas” desde el dispositivo del titular. Esto genera una enorme dificultad para recuperar el dinero.

Las víctimas no solo pierden dinero, sino también tiempo y tranquilidad. En muchos casos deben enfrentar largos procesos con instituciones bancarias y autoridades para intentar recuperar algo de lo perdido, con resultados inciertos.

La estafa también revela una vulnerabilidad en la educación digital: muchos usuarios aún desconocen los riesgos de compartir su celular o de guardar contraseñas sin protección.

Cómo evitar caer en esta estafa

Las autoridades recomiendan no aceptar ayuda de desconocidos en asuntos relacionados con tu celular o cuenta bancaria, especialmente si estás en un lugar público.

Si tienes un problema técnico o necesitas orientación financiera, lo ideal es acudir directamente a una sucursal bancaria o contactar al servicio al cliente oficial de tu banco.

También es importante desactivar el autoguardado de contraseñas en tu celular, proteger tus apps bancarias con claves biométricas (huella o rostro) y cerrar sesión al terminar cualquier operación.

Si alguien intenta manipular tu celular, no lo permitas, incluso si parece muy amable. Recuerda que los estafadores suelen parecer personas confiables y bien intencionadas.

En caso de haber sido víctima de esta estafa, lo recomendable es reportarlo inmediatamente al banco, levantar una denuncia ante el Ministerio Público y contactar a la Policía Cibernética de la CDMX a través del número 55 5242 5100, extensión 5086, o mediante el correo policia.cibernetica@ssc.cdmx.gob.mx.

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