Después de recorrer por años las calles de la capital, los icónicos microbuses están viviendo sus últimos días. Para muchos, estos vehículos representan parte del paisaje urbano de la Ciudad de México, pero también una forma de transporte que se ha vuelto cada vez más insegura, contaminante e ineficiente.
En respuesta a esta realidad, el Gobierno de la CDMX avanza con firmeza en su programa de chatarrización, una iniciativa que busca sustituir más de 5 mil microbuses por unidades modernas, con mejores condiciones para usuarios y operadores.
¿Cual es el objetivo del programa de chatarrización?
El plan contempla eliminar al menos 213 rutas que aún operaban con microbuses antiguos, y en su lugar integrar autobuses con accesibilidad universal, cámaras de seguridad, GPS, puertas automáticas y sistema de recaudo electrónico, todo con el fin de ofrecer un transporte más seguro, ordenado y sustentable para la población.
Esta transformación no solo tiene un componente ambiental y de movilidad, también afecta directamente la economía diaria de millones de personas que usan transporte público para llegar al trabajo, la escuela o realizar actividades cotidianas.
Con la modernización, se espera reducir tiempos de traslado, mejorar la frecuencia y evitar cobros irregulares.
Rutas que desaparecerán
Entre las rutas que desaparecerán se encuentran algunas muy conocidas por los usuarios de zonas como Tlalpan, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Coyoacán y Xochimilco.
Para muchas personas, este cambio puede generar incertidumbre, especialmente en colonias donde los microbuses eran prácticamente la única forma de transporte.
No obstante, el gobierno capitalino asegura que las rutas no desaparecerán como tal, sino que se transformarán bajo un nuevo esquema de movilidad que mantendrá los trayectos, pero con unidades nuevas, supervisión constante y tarifas transparentes.
Una iniciativa que también procura al medio ambiente
El objetivo final es que la ciudad cuente con un sistema de transporte más digno, eficiente y menos contaminante. Hay que recordar que los microbuses antiguos emiten hasta 20 veces más partículas contaminantes que un autobús moderno, y muchos de ellos no cuentan con seguros, ni con protocolos de seguridad para los pasajeros.
Por ello, esta estrategia también tiene un impacto positivo en la salud pública y el medio ambiente, al reducir la emisión de contaminantes en zonas de alta densidad.
Este cambio forma parte del Plan de Movilidad Integrada de la CDMX, que busca conectar a todos los medios de transporte (Metro, Trolebús, RTP, Cablebús y transporte concesionado) en una sola red eficiente.
Aunque el proceso tomará tiempo, las primeras rutas sustituidas ya están en operación con unidades nuevas y han mostrado buenos resultados en satisfacción de los usuarios, según reportes del gobierno capitalino.
