Ubicado en la alcaldía Venustiano Carranza, a pocos pasos del , el Mercado de Sonora no es un punto comercial cualquiera. Fundado en 1957 y con más de seis décadas de historia, es uno de los mercados más representativos de la Ciudad de México.

Aunque originalmente era un punto comercial más orientado a productos básicos y comida, con el tiempo se transformó en un punto de encuentro para la , religiosos, herbolarios y hasta productos de santería.

Con más de 400 locales establecidos según el portal oficial del gobierno de la CDMX, y un número indeterminado de comerciantes semifijos, el volumen de venta que se genera cada semana es considerable.

Si bien no hay una cifra oficial consolidada, el flujo constante de compradores, especialmente los fines de semana y en fechas específicas del calendario esotérico o religioso, permite afirmar que este mercado mueve millones de pesos anualmente, sustentado por una oferta muy diversificada.

El Mercado de Sonora es famoso por su mezcla única de misticismo, comercio y tradición (Foto:Cuartoscuro)
El Mercado de Sonora es famoso por su mezcla única de misticismo, comercio y tradición (Foto:Cuartoscuro)

¿Qué se vende en el Mercado de Sonora?

¿La respuesta corta? Prácticamente de todo, pero con una especialización muy particular. En sus pasillos es posible encontrar:

Productos esotéricos

Desde veladoras con inscripciones específicas para atraer dinero, amor o alejar enemigos, hasta figuras de la Santa Muerte, inciensos, aceites, jabones y aguas preparadas con fines espirituales.

Hierbas y remedios naturales

Otro de los pilares del comercio local es la venta de plantas medicinales y mezclas herbolarias que van desde infusiones para dormir mejor hasta remedios para enfermedades respiratorias.

Artículos religiosos

Estatuillas, rosarios, escapularios, imágenes de santos y cruces son de los productos más solicitados por creyentes que acuden tanto por fe como por tradición.

Animales y mascotas

Aunque este giro ha sido controversial, aún hay venta de animales pequeños como aves, reptiles o roedores.

Juguetes tradicionales

Piñatas, trompos, muñecos de madera, peluches y juguetes típicos mexicanos que conservan viva la identidad cultural.

Disfraces y artículos para fiestas

Especialmente en temporadas como Día de Muertos, Halloween o Carnaval, se incrementa notablemente la demanda en esta categoría.

Este rango tan amplio de productos permite que el mercado tenga varios flujos económicos simultáneos, cada uno con su propio calendario de alta y baja demanda.

Temporadas fuertes: El secreto del éxito comercial

Uno de los aspectos más interesantes desde el enfoque económico es que el Mercado de Sonora no depende de una sola temporada alta, sino que se beneficia de varias a lo largo del año. Por ejemplo:

  • En enero, muchas personas acuden a comprar artículos esotéricos para "limpiar" energías y atraer la prosperidad.
  • En febrero, los rituales para atraer el amor impulsan la venta de veladoras y perfumes.
  • En mayo y octubre, se incrementa la demanda de productos religiosos con motivo del Día de la Santa Cruz o del Día de San Judas Tadeo.
  • En octubre y noviembre, las ventas explotan con motivo del Día de Muertos y Halloween, cuando miles buscan disfraces, calaveras, veladoras y elementos decorativos.

Este comportamiento estacional permite a los comerciantes planificar mejor sus compras, hacer promociones, establecer alianzas con proveedores e incluso generar empleo temporal.

Un punto turístico y económico de la ciudad

El Mercado de Sonora no solo es visitado por capitalinos. Turistas nacionales e internacionales lo consideran un punto imperdible durante su paso por la CDMX. La combinación de lo tradicional con lo místico despierta curiosidad y atracción.

Además, algunos comerciantes han comenzado a expandirse al mundo digital, ofreciendo sus productos por redes sociales y plataformas en línea, con lo cual amplían su alcance y aumentan sus ingresos.

Esta modernización ha permitido que productos antes considerados "de nicho" encuentren un nuevo público en todo el país y fuera de él.

El reto de la informalidad y la regulación

Uno de los grandes desafíos del Mercado de Sonora, como muchos otros centros de comercio popular, es el equilibrio entre tradición e informalidad.

Aunque existen más de 400 locales formalmente registrados, muchas transacciones se realizan sin factura ni control fiscal, lo que limita la capacidad del gobierno para medir con precisión el impacto económico total del mercado.

Aun así, el valor cultural y social que representa este lugar ha sido reconocido incluso por instituciones oficiales, que promueven su conservación sin perder su esencia.

El Mercado de Sonora es mucho más que un centro de compras. Es un termómetro económico, un reflejo de las creencias populares y una fuente constante de ingresos para cientos de familias.

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