Apenas unos meses después de asumir el cargo, el mexicano Iván Espinosa, el nuevo , ya enfrenta uno de los mayores desafíos en la historia reciente de la compañía. Su liderazgo comienza en medio de un entorno turbulento, marcado por decisiones difíciles que incluyen cierres de plantas y despidos masivos.

La magnitud de esta crisis no solo pondrá a prueba su capacidad para tomar decisiones estratégicas, sino que también definirá el rumbo que tomará la marca japonesa en los próximos años.

Nissan atraviesa la peor crisis de su historia reciente y anuncia el cierre de tres plantas de producción (Foto: Cuartoscuro)
Nissan atraviesa la peor crisis de su historia reciente y anuncia el cierre de tres plantas de producción (Foto: Cuartoscuro)

Nissan implementa plan de reestructuración

El rugido de los motores de Nissan parece haberse silenciado en varias de sus fábricas. La compañía japonesa, una de las marcas más reconocidas del sector automotor mundial, anunció el cierre de plantas de producción y un recorte masivo de más de 20 mil empleos en una medida que marca el punto más bajo en sus últimos 25 años de operación.

El rugido de los motores de Nissan parece haberse silenciado en varias de sus fábricas. La compañía japonesa, una de las marcas más reconocidas del , anunció el cierre de plantas de producción y un recorte masivo de más de 20 mil empleos en una medida que marca el punto más bajo en sus últimos 25 años de operación.

La decisión responde a una profunda crisis derivada del desplome de las ventas en Estados Unidos y China, dos de los mercados más importantes para Nissan, así como a un entorno internacional marcado por el encarecimiento de costos de producción, la transición hacia los y la creciente presión competitiva de marcas asiáticas emergentes como BYD o Chery, que ganan terreno rápidamente en esos países.

Aunque en el comunicado oficial aún no se detallan todas las ubicaciones exactas, reportes de prensa citan que una de las plantas afectadas se encuentra en Tailandia.

Estas unidades dejarán de operar gradualmente como parte del plan de reestructuración de la compañía que busca evitar un deterioro mayor de sus finanzas, que ya muestran signos de agotamiento tras años de caídas en participación de mercado.

En total, el recorte de más de 20 mil trabajadores a nivel global representa un golpe brutal para la industria automotriz, no solo por el número, sino por las consecuencias en cascada que implica.

En el caso de Nissan, buena parte de su producción está asociada a una cadena de valor que involucra a cientos de proveedores, empresas logísticas, talleres, ensambladores y servicios de venta. Por eso, el cierre de una planta no afecta únicamente a quienes trabajan dentro de ella, sino a toda una red económica regional.

Nissan enfrenta dificultades por el contexto global y problemas internos de estrategia

Mientras marcas rivales invierten agresivamente en tecnología eléctrica y nuevos modelos de negocio, Nissan ha sido más cauta, lo que la ha dejado en desventaja frente al ritmo de cambio que vive la industria.

Uno de los elementos más alarmantes es que este anuncio se da a pesar de los esfuerzos recientes de Nissan por reposicionar su marca y lanzar nuevos modelos en 2025.

La respuesta del mercado no ha sido la esperada. En Estados Unidos, las ventas de modelos clave como el Altima, el Rogue y el Sentra han caído significativamente. En China, el mayor mercado automotor del mundo, Nissan ha perdido terreno frente a marcas locales que ofrecen autos más baratos, eficientes y con mayor integración tecnológica.

México no figura entre los países donde se cerrarán fábricas

La noticia genera preocupación, ya que el país es una de las plataformas de producción más importantes para la firma japonesa. Nissan opera tres plantas en México: dos en Aguascalientes y una en Civac, Morelos, que juntas han sido pilares en la manufactura de modelos como el Versa, March y Sentra.

En esas plantas laboran más de 15 mil trabajadores directos y miles más de forma indirecta. Hasta el momento no se ha anunciado ninguna afectación en estas unidades, pero el recorte global sí podría generar ajustes operativos, reubicación de líneas de producción o reducción de volúmenes.

Además, México también podría verse impactado por la contracción en la demanda externa. Si las ventas siguen cayendo en Estados Unidos y otros mercados donde se exportan vehículos producidos en plantas mexicanas, podría haber repercusiones en los niveles de producción, en los turnos laborales o incluso en los contratos con proveedores.

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