Si alguna vez te han robado un iPhone en la Ciudad de México y después notaste que tu fue activado en China, no estás solo. Lo que suena como una anécdota insólita o una historia viral en TikTok es en realidad un patrón inquietante y cada vez más común.

¿El motivo? Existe una compleja red de tráfico internacional que extrae robados en México para revenderlos o desarmarlos en China, principalmente en Shenzhen, la .

El caso de una usuaria que denunció en redes sociales el robo de su iPhone en la CDMX y días después recibió alertas de activación desde Asia no fue aislado. En los comentarios, decenas de usuarios contaron experiencias similares.

Lo que parecía un simple asalto en la calle está conectado con una cadena logística que inicia en los mercados negros de México y termina en grandes centros de tecnología informal en el continente asiático.

Shenzhen en China se ha convertido en el destino final de miles de iPhones robados en México (Foto: IA)
Shenzhen en China se ha convertido en el destino final de miles de iPhones robados en México (Foto: IA)

De Ciudad de México a Shenzhen

Shenzhen es el destino predilecto porque alberga miles de negocios dedicados al ensamblaje, venta y despiece de celulares. Allí, los iPhones robados llegan bloqueados, pero no les falta valor.

Las piezas internas como las pantallas, cámaras, baterías o carcasas se venden por separado, mientras que los teléfonos funcionales se restauran para reventa en plataformas digitales no reguladas o incluso en tiendas físicas que simulan ser legales.

Lo más alarmante es que muchos de estos dispositivos logran burlar el bloqueo de iCloud, ya sea con métodos de ingeniería inversa y a través de estafas que engañan al usuario para desbloquearlos.

Los delincuentes primero venden los celulares a intermediarios locales que compran los equipos a precios bajos y luego los exportan, vía principalmente aérea y por paquetería, usando métodos disfrazados como envíos personales o electrónicos de segunda mano. Los cargamentos se mandan junto con partes usadas para despistar los controles aduanales.

¿La persona robada solo es la afectada?

El fenómeno no solo afecta al consumidor individual que pierde su celular y todos sus datos personales, sino que también genera un impacto financiero considerable.

Las aseguradoras que cubren robos de celulares reportan más casos, mientras que el sector formal de venta de smartphones compite con un mercado informal global que ofrece precios más bajos sin pagar impuestos ni cumplir con regulaciones.

Además, la Ciudad de México figura entre las ciudades con más reportes de robos de celulares, y el iPhone es uno de los dispositivos más codiciados, muchos de ellos son robados en transporte público o por asaltos a mano armada. Esta cifra representa un negocio ilegal multimillonario que se extiende más allá de las fronteras nacionales.

¿Que ha hecho Apple ante la seguridad?

Aunque Apple ha implementado medidas de seguridad como el bloqueo por iCloud o el modo perdido, los criminales han aprendido a saltar estas barreras y sacar provecho de los dispositivos por partes. Además, algunos usuarios cometen el error de compartir códigos o dar clic en enlaces fraudulentos tras el robo, facilitando que los delincuentes desbloqueen el acceso al dispositivo.

En plataformas como TikTok o Reddit, cada vez hay más publicaciones virales que muestran notificaciones de ubicación desde China o Vietnam días después del robo, lo que confirma que esta red internacional de contrabando.

Incluso se han documentado casos en que los teléfonos robados son reacondicionados, etiquetados como nuevos y vendidos en tiendas electrónicas chinas o a través de apps, engañando a miles de consumidores en todo el mundo.

Recomendaciones para los usuarios

Este fenómeno ha puesto en alerta a expertos en ciberseguridad y comercio electrónico, quienes piden mayor coordinación internacional para rastrear IMEIs robados y regular la exportación de partes electrónicas.

También recomendamos a los usuarios no compartir contraseñas tras un robo, activar la verificación en dos pasos e informar de inmediato el dispositivo como perdido desde la plataforma oficial de Apple.

Mientras tanto, la historia se repite: cada iPhone que desaparece en una esquina de la CDMX podría estar cruzando el Pacífico, encontrando una segunda vida en manos de alguien que ignora su origen o que, peor aún, forma parte de una red de tráfico global que opera sin freno, ante la impotencia de autoridades que aún no logran contener este fenómeno.

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