Cuando se trata de contratar un seguro de auto, muchos mexicanos se enfrentan a una pregunta inevitable: ¿por qué varía tanto el precio entre una póliza y otra? La respuesta está en una combinación de elementos personales, técnicos y sociales que las aseguradoras consideran antes de determinar la prima.
No se trata solo de comparar precios, sino de entender qué factores influyen realmente en el costo y cómo puedes encontrar la opción que mejor se adapte a tu perfil y necesidades sin comprometer tu salud financiera.
Según datos de BBVA México, los seguros de auto pueden costar desde 3,000 hasta más de 20,000 pesos al año, dependiendo del tipo de cobertura contratada.
Las pólizas básicas de responsabilidad civil, que son obligatorias en la mayoría de las entidades federativas, suelen tener el menor costo, ya que solo cubren daños a terceros.
Sin embargo, conforme se agregan servicios como robo total, daños materiales, asistencia vial o gastos médicos a ocupantes, el precio se eleva.
Elegir entre una cobertura limitada o amplia dependerá de tu presupuesto y del valor del auto, aunque organismos como la Condusef recomiendan optar por coberturas más completas para vehículos nuevos o de alto valor comercial.
Las aseguradoras analizan qué tan costoso es reparar o reemplazar ciertas piezas, la frecuencia con la que un modelo en particular es robado y hasta qué tan segura es su construcción.
Así, un vehículo compacto de uso urbano puede tener un costo de seguro mucho menor al de una SUV o un sedán de gama alta, incluso si ambos son del mismo año.
También influyen en el cálculo del seguro. Las estadísticas muestran que los conductores jóvenes, especialmente los hombres menores de 25 años, están más propensos a tener accidentes, lo que se traduce en primas más elevadas.
Este criterio, aunque muchas veces debatido, sigue siendo utilizado por las aseguradoras como un parámetro de riesgo.
Si cuentas con un buen récord, sin accidentes ni reclamaciones previas, es probable que accedas a mejores precios o descuentos. Por el contrario, si tienes antecedentes de siniestros o de manejo riesgoso, el costo puede subir significativamente.
Las aseguradoras consideran el índice de robo de autos en tu ciudad o colonia, así como la frecuencia de accidentes viales registrados en la zona.
Por ejemplo, vivir en una zona con altos índices de delincuencia o siniestralidad puede disparar el costo del seguro incluso si el resto de tus datos son favorables.
No es lo mismo usarlo solo para trayectos cortos a la oficina que para trabajar como conductor de plataformas digitales o realizar viajes largos con frecuencia.
Las aseguradoras analizan el kilometraje promedio mensual y los riesgos asociados al uso intensivo del auto.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), es importante comparar opciones no solo en cuanto a precios, sino en la calidad del servicio, cumplimiento de pagos, asistencia en carretera y procesos de atención a siniestros.
Algunas instituciones ofrecen beneficios adicionales como talleres certificados, asesoría legal o auto sustituto. Para evitar sorpresas desagradables o pagar de más, es esencial contratar el seguro a través de canales oficiales, revisar periódicamente tu póliza y actualizarla si cambian tus circunstancias personales, como mudarte, cambiar de auto o modificar el uso del vehículo.
Por su parte, la Condusef recomienda utilizar herramientas comparativas como el Buró de Entidades Financieras o simuladores en línea para analizar de forma objetiva las mejores opciones disponibles en el sector de seguros para autos. Además, recuerda leer siempre la carátula y condiciones generales del contrato para conocer con exactitud qué estás contratando, cuáles son las exclusiones y cómo presentar un reclamo.